José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano, ganó este domingo el balotaje presidencial en Chile y se convertirá en el próximo mandatario del país. Con poco más del 30% de las mesas escrutadas, el líder de la ultraderecha sacó una ventaja cercana a los veinte puntos sobre la representante del oficialismo, Jeannette Jara, un resultado que rápidamente fue considerado irreversible.

A poco más de una hora del cierre de los comicios, los datos oficiales ya mostraban una tendencia clara: Kast obtenía alrededor del 60% de los votos, mientras que Jara se ubicaba en torno al 40%. La elección, además, marcó un hito al ser la primera presidencial chilena con voto obligatorio, con casi 16 millones de personas habilitadas para sufragar.

El nuevo presidente asumirá en marzo y gobernará Chile hasta 2030, en un escenario político atravesado por la polarización. Tanto Kast como Jara llegaron al balotaje por fuera del centro político tradicional que dominó el país durante las últimas dos décadas, consolidando una disputa entre proyectos ideológicos opuestos.

La definición se produjo luego de una primera vuelta ajustada, celebrada el 16 de noviembre, en la que Jara se impuso con el 26,8% de los votos, seguida de cerca por Kast, que alcanzó el 23,9%. Ninguno logró acercarse al 50% necesario para evitar la segunda vuelta, lo que dejó el desenlace abierto hasta el balotaje.

Las encuestas ya anticipaban el resultado. Estudios del Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo y de las consultoras Cadem e Intel coincidían en que Kast se impondría con más del 60% de los votos, impulsado en gran parte por el apoyo de los electores de candidatos que quedaron fuera de la segunda vuelta.

Durante el cierre de campaña, Kast encabezó un acto en Temuco, donde centró su discurso en la seguridad y lanzó duras críticas al gobierno saliente. “Este Gobierno generó caos, desorden e inseguridad. Nosotros vamos a generar orden, seguridad y confianza”, afirmó ante miles de seguidores.

Jara, en tanto, cerró su campaña en la Plaza Matte, en la comuna de Puente Alto, ante unas 15 mil personas. Allí se mostró confiada pese a los sondeos adversos y buscó interpelar a los votantes preocupados por la inseguridad. “Estoy aquí con mano firme y determinada para combatir el abuso, la delincuencia, la corrupción y la colusión”, aseguró.