La causa por la desaparición de María Cash volvió a activarse luego de que la Justicia federal de Salta dejara sin efecto el sobreseimiento que había beneficiado a Héctor Romero, el camionero que declaró haber sido la última persona que la vio con vida. La decisión implicó reabrir la investigación y retomar las medidas vinculadas a la hipótesis sostenida por la querella y el fiscal federal Eduardo Villalba, que encuadra el hecho como un homicidio agravado por alevosía.

La resolución fue adoptada por la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los jueces Ernesto Solá Espeche, Santiago French y Luis Renato Rabbi Baldi Cabadillas. Al analizar el estado del expediente, los magistrados entendieron que el proceso no se encuentra en condiciones de ser clausurado y advirtieron que “hasta el momento no se alcanzó el grado de certeza negativa” exigido para dar por concluida la etapa de instrucción, motivo por el cual consideraron prematuro cerrar la investigación.

En el fallo, de 129 páginas, el tribunal rechazó los planteos de nulidad formulados por las partes y resolvió aceptar de manera parcial los recursos de apelación presentados tanto por el fiscal como por el defensor público de la víctima. En ese marco, se dispuso revocar el sobreseimiento de Romero y ordenar la continuidad de la investigación, conforme a lo establecido en el artículo 309 del Código Penal de la Nación, con el objetivo de profundizar las medidas pendientes y esclarecer los hechos.

Además, los camaristas desestimaron las solicitudes de apartamiento de la jueza interviniente e hicieron lugar al pedido del particular damnificado para suprimir del expediente las declaraciones de Jesús Virgilio Chuquisaca y Carlos Enzo Cuellar. Con estas definiciones, la causa retorna plenamente a la fase investigativa, más de una década después de la desaparición de la diseñadora, ocurrida el 8 de julio de 2011.