Luego de las intensas precipitaciones registradas en Corrientes, que en pocas horas superaron los 300 milímetros y provocaron anegamientos en distintos puntos de la provincia, el panorama comenzó a mostrar una mejora progresiva. El operativo de emergencia continúa activo, aunque la mayoría de las personas afectadas ya pudo regresar a sus viviendas y la situación se concentra actualmente en zonas específicas.
En ese contexto, el subdirector de Defensa Civil, Bruno Lovinson, explicó que “la situación está normalizada en un 90%” y señaló que “la mayoría de la gente ya regresó a sus casas”. El funcionario detalló además que en la ciudad de Corrientes permanece alojado un grupo reducido de personas en un establecimiento del barrio Laguna Seca, mientras que los Centros Integradores Comunitarios habilitados durante la emergencia ya fueron cerrados ante la mejora sostenida de las condiciones.
Respecto al estado general de las tareas, remarcó que “la emergencia de ayer se ha recuperado muchísimo”, aunque aclaró que todavía se mantienen intervenciones en sectores puntuales como La Olla y Pirayuí. Según indicó, durante la jornada se avanzará con trabajos de limpieza y saneamiento con el objetivo de garantizar que las familias puedan regresar a sus hogares de manera segura.
La situación más compleja se registró fuera de la Capital provincial. De acuerdo con lo informado por Defensa Civil, San Luis del Palmar, Riachuelo y Empedrado fueron las localidades más afectadas, con evacuados, autoevacuados y familias que quedaron aisladas por el avance del agua. Para llegar a los sectores incomunicados, los equipos de asistencia debieron desplegar distintos recursos logísticos, entre ellos maquinaria pesada, caballos y un helicóptero. Esa tarea permitió asistir a 28 familias aisladas en Empedrado y a cerca de 100 en la cuarta y quinta sección de San Luis del Palmar.
Desde el comienzo de la emergencia, el operativo provincial involucró a equipos del Ministerio de Salud Pública, municipios, Desarrollo Social, Defensa Civil y otras áreas del Estado, que trabajaron de forma coordinada para brindar contención a las personas damnificadas. Los evacuados fueron alojados en espacios comunitarios con acompañamiento social y asistencia sanitaria permanente.