Si bien un par de años tarde, la compañía Meta anteriormente llamada Facebook, finalmente comenzó a trabajar en un algoritmo para proteger a los usuarios de fotos de desnudos o nudes no solicitadas. "Estamos trabajando en estrecha colaboración con expertos para garantizar que estas nuevas funciones preserven la privacidad de las personas, al mismo tiempo que les brindan control sobre los mensajes que reciben", dijo Liz Fernández, vocera de Meta.

Según detallaron, la función incluirá controles de usuario opcionales que ayudarán a filtrar imágenes y mensajes no solicitados. Esta tecnología, que aún se encuentra en las primeras etapas de desarrollo, no permitirá que Meta vea los mensajes reales ni los comparta con terceros, sino que empleará inteligencia artificial para filtrarlos.

La herramienta llega en el medio de un debate que se está dando en Reino Unido, donde en caso de aprobarse el "Proyecto de ley de seguridad online", se criminalizará el envío de de material sexual o violento no solicitado, algo que se conoce como "cyberflashing".

En nuestro país, la Encuesta de Consentimiento y Violencia Digital llevada adelante por Fundación Avon que relevó diferentes situaciones que se viven en las relaciones mediadas por lo virtual, evaluando la frecuencia con la que ocurren y el nivel de incomodidad que generan en las mujeres; encontró que 8 de cada 10 mujeres recibieron imágenes, mensajes, emojis/memes de tenor sexual sin su consentimiento; 7 de cada 10 fueron presionadas a enviar fotos íntimas incluso luego de decir que no querían; mientras que al menos 1 de cada 2 mujeres sufrió y/o conoce alguna víctima de sextorsión y/o difusión de imágenes íntimas sin permiso.

En nuestro caso, el artículo 129 establece que "Será reprimido con multa de mil a quince mil pesos el que ejecutare o hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros"; y agrega que "Si los afectados fueren menores de dieciocho años la pena será de prisión de seis meses a cuatro años".

Sin embargo, son pocos los lugares que penalizan este tipo de acoso, a pesar de que algunos expertos creen que puede ser tan dañino psicológicamente como el abuso sexual que ocurre en persona. En un contexto en el que altos grados de violencia digital están tan naturalizados, y donde todavía falta avanzar en el entendimiento del consentimiento —el cual debe ser claro y explícito y no es algo que se da una única vez y para siempre—; son necesarios los filtros impuestos por las mismas plataformas donde se perpetúan este tipo de comportamientos.