El celular se ha vuelto parte casi esencial de nuestra vida y a veces, parece una extensión del cuerpo. Vivimos al ritmo de las notificaciones y da "desesperación" quedarse sin batería. Aunque sabemos que el uso que le damos a veces es extremo, todavía resulta muy difícil de controlar.

Se estima que desbloqueamos el celular unas 100 veces por día: esto reduce la concentración, ha reconfigurado la forma en que nos vinculamos y directamente también ha impactado en el sueño. 

“El contacto con la luz blanca o blanca azulada que emiten las pantallas del celular o la computadora retrasa el pico de melatonina previo a dormirse y hasta que la melatonina se vuelve a recuperar se tarda entre una hora u hora y media”, explicó en una entrevista el doctor Alejandro Andersson, neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA).

La melatonina es una hormona que está presente en los seres humanos así como en otros seres vivos y es producida por la glándula pineal. Regula el ciclo diario del sueño, de ahí que sea fundamental para el descanso.

“La exposición, antes de dormir o en medio de la noche a la pantalla que emite esa luz blanca afecta el ciclo REM, que es donde hay actividad onírica, y que dura una hora y media. Ese ciclo se repite varias veces a lo largo de la noche, y cada vez que se repite produce cantidad de intensidad onírica”, subrayó Andersson.

¿Y por qué ocurre esto? Porque el cerebro interpreta esa luz blanca como que comienza el día, y por lo tanto se pone en estado de alerta. Por el contrario, las luces más tenues o en tonos rojizos, son interpretadas como que llegó el fin del día y así es que el cuerpo se predispone a descansar.

"El sueño es esencial para restablecer la estabilidad neuronal después de un día de actividad y en preparación del próximo”, subrayó Robles. Por eso, es recomendable intentar no usar aparatos electrónicos 40 minutos antes del sueño, así nuestro cuerpo recibe las señales indicadas que llegó la hora del descanso.