El mundo cambia, todo el tiempo pasa, y las playas como muchos otros ambientes también sufren la acción del hombre. Un nuevo invento llegó para solucionar el problema de la falta de arena: una máquina que convierte botellas de vidrio en arena artificial.
Este bien amarillo se utiliza en distintos rubros como la construcción, farmacéutico y tecnológico, en muchas actividades que ni siquiera pensábamos. Como el desierto no tiene condiciones de logística adecuadas, año a año se extraen de las playas millones de toneladas de arena.
La empresa DB Breweries, de Nueva Zelanda, tuvo una idea espectacular: diseñó una máquina para reciclar las botellas de vidrio que no usamos. La marca ya colocó estas máquinas en distintas cervecerías.
Por cada unidad se obtienen 200 gramos de arena artificial que puede ser utilizada para la construcción. Según un estudio de la compañía, cerca de dos tercios de las playas del mundo se ven amenazadas si no generamos una alternativa como esta.