En el registro  civil británico se creó un polémica a raíz de una pareja que fue a inscribir a su hijo recién nacido y el nombre que eligieron en cuestión, no gustó a los empleados. 

El niño nacido en el condado de Derbyshire el pasado 6 de abril, y que a causa de la pandemia no pudo ser   inscripto en tiempo y forma. Una vez que se levantaron las restricciones por la pandemia del Coronavirus, los padres, Mandy y Dan Sheldon fueron hasta el centro que les correspondía por distrito a anotar a su hijo, al que llamaron Lucifer. 

Al mencionar la elección la funcionaria de turno se opuso firmemente y se negó a la inscripción del menor. Los padres por su lado le explicaron que ellos no son religiosos y que Lucifer en griego significa "portador de luz". 

La empleada les pidió a los padres que se retiraran de la oficina y esperaran afuera mientras ella hacía las averiguaciones correspondientes, porque no estaba segura que fuera valida la inscripción, y los mandó a replantearse la decisión. 

Después de la espera, finalmente, el niño pudo ser anotado bajo el nombre de Lucifer elegido por sus padres. "Honestamente, pensábamos que era un nombre bonito y único. No esperábamos recibir tanta aflicción por eso", afirmó el padre que habló con The Sun, el diario Británico.