Daiana Yanet creó su primera cuenta de Twitter el 23 de junio de este año. A pocas semanas de hacerlo, ya suma casi 18 mil seguidores.

“¿Te gusta mi techo? A mí no me gusta. Por eso, de a poquito, estamos remodelando todo”, le dice a un usuario de TikTok que le elogió, irónicamente, el techo sin revocar de su casa. “Por lo que veo… capaz tu techo sí está bueno, que me pone muy feliz, porque lo mejor es tener la casa linda”.

El video de Daiana respondiendo con altura a un mensaje hater le llegó a una usuaria de TikTok, la app de modo en esta cuarentena, que lo difundió en su propia cuenta de Twitter. “Este es el mejor ejemplo de cómo hay que responderle a la gente basura”, fue el texto que acompañó al video, que ya tiene más de 33 mil retweets y casi 188 mil likes.

A raíz de eso y de los mensajes que le empezaron a llover en Facebook es que Daiana se creó Twitter. “Me hablaban muchas personas conocidas de mi ciudad. Fue superlindo, cantidad de cosas lindas decía la gente en Twitter… me re encantó”.

Madre de cuatro nenas y un varón, trabaja en su nueva casa junto a su marido, que montó su propia peluquería ahí mismo. “Me alegro mucho que allan podido ir a la escuela, yo no tuve la suerte. Por eso será que escribo como escribo”, vuelve a twittear ella, contestándole a los que la critican por su ortografía.

“No terminé la escuela porque me dediqué a cuidar a mis hijos”, explica ella desde Roldán, una ciudad ubicada en la zona sur de Santa Fe. “No dejo a mis hijos con nadie nunca: si tengo que hacer algo siempre se quedan con mi mamá, pero nadie más. Nadie los va a cuidar como yo y mi madre”.

Sin bien su vida está, más bien, ocupada y ajetreada por la remodelación de su hogar y el cuidado de su familia, le encantaría retomar la escuela. De hecho, recuerda con alegría su experiencia: “Me gustaba mucho estudiar, en la primaria nunca faltaba. Llovía e igual iba a la escuela”.

Mientras habla contestando la pregunta, se emociona, esbozando una sonrisa y dice “¡Qué lindo!” al imaginarse a sus hijos estudiando una carrera universitaria. “La escuela sirve de mucho. Una ya va al secundario y me encanta y me pone muy orgullosa. Así que bueno, todas van a terminar (el secundario) y espero que vayan a la universidad”.

Desde siempre, a Daiana le gustó hablar, filmar, filmarse, sacar y sacarse fotos. Por eso, vio en TikTok el mejor medio para hacerlo y difundir lo que hacía. “Probamos a hacer en casa con mi hermana y me gustó. Empecé a hacer y me gustó”.

Dio la casualidad, por rebote o lo que sea, de que Daiana empezó a filmarse remodelando la casa, un contenido, hasta ahora, nunca visto en los usuarios argentinos de la aplicación. Y, cuando alguien hace algo nuevo, algo arriesgado, siempre van a llegar los que no les guste lo que hacés.

“Hay gente muy mala que habla de gente que ni siquiera conoce. A mí no me molesta lo que me digan, pero sí que exista gente así”, reflexiona ella. “Sé lo que soy, sé qué clase de persona soy”.

Volviendo sobre la respuesta en TikTok que la catapultó a la viralidad (sí, “viralidad”, Daiana subió una foto arreglando una mesa con su hija y tuvo más de 45 mil likes), se pregunta: “¿Para qué le voy a contestar mal? Le comenté que mi casa no estaba así porque tenía ganas de que esté así, está así porque no la podía arreglar. Nosotros somos muchos y nos cuesta un poquito más, pero la vamos arreglando de a poco”.