"No sé lo que quiero, pero lo quiero ya" cantaba Luca Prodan allá por 1987. A 30 años de aquella afirmación, la declaración no ha quedado del todo obsoleta: la cultura del ya y el ahora, según un estudio de la Universidad Estatal de San Diego y la Universidad Widener, tiene menos relaciones sexuales que generaciones anteriores.

Los investigadores aseguran que los millennials de entre 20 y 24 años evitan el matrimonio, carreras estables y la independización. Además, sostienen, existe una tendencia en esta generación a abstenerse al sexo al inicio de la adultez. 

El estudio se llevó tomando en cuenta 26.000 muestras obtenidas en la llamada Encuesta Social General, que se viene llevando a cabo desde 1972 -sin interrupción- a los norteamericanos mayores de 18 años. El 15% de los millennials que participaron en las encuestas de este año dijeron no tener pareja sexual desde que cumplieron 18 años, mientras que sólo el 6% de los nacidos en la década del '70 (la llamada Generación X) afirmó lo propio.

¿Cuáles son las posibles causas de estos resultados? Según los profesionales, puede deberse a la "educación de abstinencia" que se provee en las escuelas, al miedo ascendente a enfermedades de transmisión sexual, a la importancia que se le da al aspecto físico en apps o a una aparentemente errónea concepción de la "cultura de encuentros casuales" que tienen los millennials. 

Sin embargo, esto no es lo único que influye a la hora de las conclusiones. La socióloga de Stanford, Aliya Saperstein, destacó que las encuestas "utilizan un lenguaje 'heteronormado' (heterosexual) que no refleja la concepción contemporánea del sexo y del género, la cual contempla más de dos opciones".

Una de las afirmaciones incuestionables que ha arrojado este estudio tiene que ver con que cada vez menos personas contraen matrimonio a sus 20 años, lo que en muchos casos, solía ser una salida tradicional para la sexualidad. En la también conocida como Generación Y, la realidad muestra una increíble cantidad de veinteañeros aún viviendo bajo el techo de sus padres, generando una probable dificultad a la hora de concretar actos sexuales.