Según la OMS, se trata de una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta otras más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio.

Se transmiten entre animales y personas y varios coronavirus conocidos circulan en animales que aún no han infectado a los humanos.

Un nuevo coronavirus (2019-nCoV) es una nueva cepa que no se ha identificado previamente en humanos.

Los primeros casos se informaron en Wuhan, China, el 31 de diciembre de 2019. Desde entonces, el virus se ha extendido a otros países, como Tailandia, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.

Por otro lado, se informaron tres posibles casos en Latinoamérica: en Brasil, México y Colombia.

La propagación del virus fuera de China es preocupante, pero no un desarrollo inesperado. Los factores clave son cuán transmisible es este nuevo coronavirus entre las personas y qué proporción enferman gravemente y terminan en el hospital. A veces, los virus que se propagan fácilmente tienden a tener un impacto más leve.

El virus causa neumonía. Los signos comunes de infección incluyen síntomas respiratorios, fiebre, tos, sensación de falta de aire y dificultad para respirar. En casos más graves, la infección puede causar neumonía, SARS, insuficiencia renal e incluso la muerte.

Como se trata de neumonía viral, los antibióticos no sirven. Las personas ingresadas en el hospital pueden recibir apoyo para sus pulmones y otros órganos, así como también para los líquidos.

La recuperación va a depender de la fortaleza del sistema inmune. Muchos de los que han muerto ya tenían problemas de salud.

A menos que hayas viajado recientemente a China o hayas estado en contacto con alguien infectado con el virus, entonces se debe tratar cualquier síntoma de tos o resfriado de manera normal.

Generalmente no hay necesidad de visitar a un médico por tos a menos que sea persistente o hayan otros síntomas como dolor en el pecho, dificultad para respirar o malestar general.