Alcanzar la cima ya no es una pasión que se atreven a practicar sólo los pobladores de las ciudades ubicadas a los pies de las montañas. En la Argentina, la escalada creció en popularidad durante los últimos 20 años y, encima, tuvo a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 como vidriera para invitar a descubrir a más de uno de qué se trata esta aventura.
Cintia Percivati, una de las máximas exponentes de la escalada nacional, dialogó con Filo News y aseguró que la disciplina cada vez suma más adeptos en el país. "La escalada hoy en día está en pleno crecimiento. Ya desde hace unos años venía cobrando popularidad y, sin dudas, la integración del deporte en los Juegos Olímpicos (forma parte del programa de Tokio 2020) y su realización en los Juegos de la Juventud difundió conocimiento e interés", indicó.
La escaladora se formó hace 19 años en el Centro Andino Buenos Aires y hoy está enfocada en objetivos variados, como proyectos alpinos, de competencias a nivel internacional y viajes exploratorios, aunque su foco está en seguir empujando la escalada deportiva al máximo nivel femenino latinoamericano. De hecho, la "hormiguita" será una de las figuras que dirá presente en el encuentro nacional de mujeres escaladoras que se realizará en Rosario, Santa Fe, este sábado 28 de septiembre.
Sin embargo, el desarrollo de la disciplina encendió sus alarmas por el conflicto que tiene a la Palestra Nacional de Andinismo en el centro de la escena. Es que dentro del proyecto del Parque de la Innovación -para el que ya se concretó la venta de las tierras correspondientes al Tiro Federal Argentino- parece no haber lugar para la "Palestra del CENARD", como ellos la llaman, ya que para llegar a su base deben atravesarse las instalaciones del centro deportivo.
"En ese lugar la palestra no molesta para nada, porque es una parte destinada a espacio verde. De todas maneras, quieren sacarla", le explicó a este medio Rafael Masid, monitor de escalada deportiva de la Federación Argentina (FASA) y guía de montaña, quien además denunció que la Agencia de Deportes redujo la cantidad de gente -de 3 mil a 500 personas- y días que puede utilizarse la palestra.
Los argumentos que expone Masid son claros: "Queremos defenderla porque es nuestro lugar para hacer deporte y es lo más parecido para hacer montaña en la ciudad. Es un lugar fantástico para ir a entrenar y luego ir a la montaña de manera segura". Y quien además forma parte del colectivo Salvemos la Palestra, que encabezó movilizaciones para evitar la demolición, sentenció: "Si la fueran a demoler, sería una pérdida absoluta para el deporte argentino".
En esa línea, Percivati añadió que "existe un desinterés enorme por parte del Gobierno por el desarrollo del deporte y la cultura que conlleva". Además, expuso que desde la Secretaría de Deportes "no existe un plan de gestión para el uso del increíble muro que quedó de los Juegos Olímpicos de la Juventud".
Piedra Libre para todos los escaladores
La pasión se disfruta más cuando es compartida. No se trata de una frase de autoayuda, ni mucho menos es una ley establecida en algún estatuto o reglamento. Pero ese parece ser el lema tácito de quienes le dedican gran parte de su vida a la escalada, aunque no se conozcan entre todos, aunque los separen miles de kilómetros de distancia y aunque algunos enfrenten a la nieve mientras otros intentan sobreponerse al calor.
"La escalada es un sitio donde las emociones de la gente se vinculan con su superyó y su mundo", definió en diálogo con Filo News Rubén Rodríguez, uno de los fundadores de la Fundación Piedra Libre, que nació por el impulso de un grupo de "locos" -como él mismo calificó- apasionados por la escalada, a modo de herramienta para preservar los lugares en los que se realiza la actividad.
El "Yagua", como así lo llaman sus familiares y amigos, vive en Arenales, Mendoza, donde yace uno de los lugares de escalada mas grandes del país y explicó que la fundación "nació como consecuencia del interés por lo común a todos".
Por su parte, Julián Bonetto, un colaborador activo de la organización, contó que se sustentan con la voluntad de todos los que "trabajamos y ponemos el tiempo de cada uno para que todo funcione siendo público, libre y gratuito".
Piedra Libre realiza festivales con la intención de juntar dinero para "poder darle materiales a la fundación", narró Bonetto, con el entusiasmo de haber recaudado fondos para instalar una radio, reparar el refugio. Y, claro, con el deseo de comprar herramientas para abrir vías que inviten a seguir escalando a lo más alto.
