El Reino de España, que es una monarquía parlamentaria y tiene un presidente de Gobierno a escala nacional, está dividido en 17 comunidades autónomas. 

Estos gobiernos autonómicos tienen competencia en lo decisional en materia de salud, educación y servicios sociales, entre otros aspectos. 

En lo específico, la Comunidad de Madrid, tiene 7 de los 46 millones de habitantes del país, así como el sector más rico de la Nación, en una región donde hace 26 años gobierna el Partido Popular, actualmente bajo la presidencia de Isabel Díaz Ayuso. 

Ahora bien, ¿por qué las elecciones fueron ahora y no dentro de dos años cuando correspondían según calendario? Por las fracturas al interior de la alianza de Gobierno donde en Madrid, además del Partido Popular figura el espacio Ciudadanos. 

Lo curioso es que esta pérdida de confianza no se originó en Madrid, sino en otra comunidad autónoma, la de la región de Murcia, donde también los populares como Ciudadanos gobernaban en coalición, hasta que la alianza se rompió. 

Esto puede resultar lejano en sistemas presidencialistas como los de la región pero los acuerdos requeridos para gobernar en un régimen parlamentario como el español genera una amplia representación política en el Ejecutivo, pero también un alto nivel de inestabilidad gubernamental.

Los algo más de 5 millones de madrileños llamados a votar en estos comicios autonómicos lo hicieron entre seis partidos y dos grandes modelos de gestión:

• Uno más conservador: PP, Ciudadanos y Vox
• Uno más progresista: PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos

Nuevamente, para entender el escenario es fundamental recordar que el régimen político es parlamentario y en este caso, la práctica es la misma en términos nacionales como regionales. 

Si uno de los partidos obtiene de las ciudadanos la mayoría absoluta en el Parlamento, este espacio va a designar a un Gobierno en sintonía. En cambio, cuando ningún partido consigue esa mayoría parlamentaria, el paso a seguir son las alianzas. Acá la importancia de la negociación entre los seis partidos que participan.

Muchas veces ese proceso significa que el partido más votado no termina formando parte del Gobierno.

Por ejemplo, en las últimas elecciones que la comunidad de Madrid tuvo en 2019, el PSOE obtuvo 37 escaños, siendo el partido más votado. Sin embargo, este espacio junto a Más Madrid y Unidas Podemos, no lograron alcanzar la mayoría absoluta ni una mayoría simple que superara a la coalición que terminó armando el Partido Popular con Ciudadanos.