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La fotografía como puente: en los ojos de Guadalupe Miles

Es reconocida por retratar a las comunidades indígenas del Chaco Salteño desde adentro, con una mirada íntima y cercana que realza la riqueza de su cultura. En diálogo con Filo.news la fotógrafa habló sobre su trabajo y de la necesidad de construir puentes 

La fotografía como puente: en los ojos de Guadalupe Miles

Un joven posa mirando al sol, con los ojos cerrados, sumergido en un agua barrosa. La luz le ilumina la cara y deja destellos a su alrededor. En otra toma, un chico de pelo oscuro y largo sostiene entre sus manos y contra su pecho desnudo a un cachorro de puma. Parece inofensivo y él lo mira fijamente mientras el sol los hace brillar.

Esa última imagen es la que escoltó a Guadalupe Miles durante toda la entrevista. Con orgullo, cuenta que la pieza forma parte de su muestra “Tiluk” que viajó hasta la ciudad de Curitiba, Brasil, para ser expuesta en el Museo Oscar Niemeyer. “La acabo de recuperar, por eso la traje acá”, explicó la fotógrafa sentada en su estudio ubicado en la Quebrada de Humahuaca, donde vive desde mediados del 2019.

Guadalupe Miles

Aclaró que la foto fue tomada durante un período intermedio del trabajo que viene desarrollando hace más de 20 años junto a la comunidad wichí del Chaco Salteño y que fue elegida por “trascender la fotografía”. “No la voy a explicar mucho porque está bueno que el que la ve le ponga su propia visión”, dijo sobre su pieza e invitó a que cada uno se deje llevar. 

Es que la obra de Miles es distinguida no solo por su innegable manejo de la técnica fotográfica y la belleza estética de las imágenes, sino también porque su lente trasciende a la misma foto y logra un vínculo indispensable, primero con la comunidad y luego con las y los que ven su trabajo.

Guadalupe Miles

Cada una de las personas de la comunidad wichí que son capturadas por la lente de Guadalupe aparecen sin solemnidad, desde una propuesta lúdica y gozosa, con una mirada que escapa del antropologismo y la noción de otredad para encontrarse desde la cercanía, la empatía y la intimidad.

“Una persona de gran sabiduría de la comunidad wichí una vez me habló de los dos mundos; de aquel mundo y de este. Trabajo para que pueda haber una mejor comunicación entre esos dos mundos, por lo menos empezar a generarla. Yo sé que todavía hay tensiones. Sería bueno poder empezar a generar buenos vínculos, que los hay, pero se deberían profundizar”, dijo Guadalupe.

Guadalupe Miles

Su conexión con los wichí se construyó en torno a la amistad y el afecto con Tiluk, un chamán y líder de dicha comunidad que a través de los años la acogió y la incluyó como parte de la familia al punto de construirle su propia casa en el lugar, marcando su pertenencia allí con todas las significaciones que eso tiene para su cultura.

“Tuve la suerte de viajar por otros países de América Latina, como México o Ecuador, donde pude ver obras en las que la relación con el mundo indígena se atraviesa de otra manera. Sería bueno poder reconocernos en nuestro mestizaje y que ese pudiera ser entendido como una riqueza”, agregó.

Guadalupe Miles

Esos territorios no son desconocidos para ella. Guadalupe nació en 1971 en Buenos Aires pero sus raíces familiares provienen del norte argentino. “Gran parte de mí tiene que ver con este lugar. Me he criado acá en el norte, entre Salta y Jujuy. Mis abuelas maternas eran de Salta y uno de mis abuelos de Jujuy. Mucha de la historia familiar transcurre aquí y la otra mitad en Buenos Aires. Por eso se reúnen cosas de allá y de acá”.

“Yo creo que en algún momento de esta búsqueda en la que yo estaba me di cuenta de que en realidad eso que yo estaba buscando, con lo que me quería relacionar, donde estaba la riqueza para mí tenía más que ver con este lugar. Entonces me vine a vivir y a trabajar de nuevo para acá. Pero tuve varias idas y vueltas”, explicó en diálogo con Filo.news.

Guadalupe Miles

Además de su proyecto fotográfico Miles es directora de “Artes Visuales del Jaguar” un espacio autogestivo ubicado en El Caserío, Jujuy, que funciona como una residencia para artistas donde también organiza encuentros y talleres de desarrollo cultural. “En algún momento empecé a pensar cómo se podía generar un vínculo entre las cosas que yo apreciaba de Buenos Aires con las que apreciaba del Norte", expresó.

“Hace 20 años empecé a organizar encuentros que fueron muy valiosos. La residencia, o este centro como un lugar de encuentro tiene que ver con esa actividad. Vamos a ver cómo siguen las cosas para que pueda seguir siendo un espacio donde se generen nuevos diálogos, conocimiento, comunicación, diferentes tipos de lenguaje y que eso genere riqueza”, sostuvo.

Guadalupe Miles

Ella piensa a la fotografía como una herramienta, para abrir nuevos espacios de comunicación y creación con nuestros pueblos originarios. “La fotografía depende de cómo encare quien tiene la intención de hacer algo con esa herramienta, tiene mucho que ver con la persona”, manifestó.

La luz de un sol abrumador y los tonos marrones de la tierra invaden la obra de Guadalupe. Dice que la inspiran muchas cosas "desde otros artistas, las artes visuales en general, también la música, la literatura. Me puede inspirar un lugar, una persona. Pero para mí fue muy importante y fundamental la relación con determinadas personas de la comunidad”.

Guadalupe Miles

Empezó a estudiar fotografía de muy joven, junto a Eduardo Gil. También se formó en danza y luego cursó estudios universitarios en la Universidad de Buenos Aires. En el año 2001 recibió la Beca de la Fundación Antorchas, en el 2003 la Beca del Fondo Nacional de las Artes a la Creación. En 2010 partió rumbo a Barcelona donde estudió escultura.

En 2016 viajó a Quito, Ecuador, para participar de otros proyectos junto a las mujeres de las comunidades indígenas de la ciudad. En 2017 expuso en el Museo Getty, en Los Ángeles. Pero para Guadalupe los principales logros de su carrera profesional “tienen que ver con el aprendizaje, con el poder comunicarme, conectarme con otros, aprender, conocerme más a mi misma, poder ser mejor persona”.

Su obra forma parte de reconocidas colecciones como la del Museo Nacional de Bellas Artes, el MALBA, la Colección ArteBA, Colección Casa del Bicentenario, del Museo de Arte Contemporáneo de Salta y en colecciones privadas. “Ahora está colgada en el museo de los cerros acá arriba, en Huichaira, frente a Tilcara que hay un museo bellísimo de fotografía”, agregó sobre la obra del chico sosteniendo al pequeño puma que hoy se exhibe cerca de ella, en su tierra.

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