En primer lugar, los barbijos son efectivos solamente cuando se utilizan en combinación con una buena higiene de manos: lavarse frecuentemente con agua y jabón o utilizar alcohol en gel. 

Si estás sano, sólo necesitás usarlo en el caso de que estés cuidando a una persona que pueda tener la infección. Y también tiene sentido usarlo si presentás síntomas como tos, fiebre o dolor de garganta.

La Sociedad Argentina de Infectología y la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología explican que los virus respiratorios, incluyendo el causante del COVID-19, no se encuentran suspendidos en el aire sino que es necesario que sean expulsados por una persona que tiene dicho virus, y solo están expuestos los que se encuentren a corta distancia.

 

Antes que nada, es necesario lavarse bien las manos con agua y jabón o con alcohol en gel. Se deben cubrir la nariz y la boca y asegurarse de que no hay huecos entre la cara y la máscara. Es necesario, también, evitar tocar la máscara mientras se la está usando: cada vez que la toques, tenés que volver a higienizarte las manos. Cuando esté húmeda, tenés que reemplazarla y, obvio, no reutilizarla. Para sacártela, no toques el frente del barbijo (desajustala de atrás) y tiralo inmediatamente en un tacho de basura. Luego volvé a lavarte las manos. 

Los expertos explican que las mascarillas caseras, comúnmente hechas de algodón,  impermeables de la cama o servilletas de papel; tan solo sirven para no diseminar el virus, pero en ningún caso estarían protegiendo del contagio al portador.

Por otra parte, sobre el uso de pañuelos de papel y bufandas para taparse la nariz y la boca, señalan, por un lado, que el papel debe tirarse en cuanto dejemos de utilizarlo e, inmediatamente después, lavarse las manos ya que utilizar un pañuelo de papel es igual que taparse con la mano con la diferencia de que lo expulsado queda en el pañuelo.

Por otro, taparse el rostro con bufandas tiene un efecto barrera, y toda barrera que pongamos es beneficiosa, pero tenemos que saber que tan solo estamos evitando la diseminación, no el contagio propio. Además, es importante lavarla constantemente.

Para estar totalmente protegidos se deben utilizar las mascarillas nombradas más arriba.