"La gordofobia está siempre. Es ir a buscar trabajo y que por tu físico no quedes. Es pagar un pasaje de avión doble porque te dan dos asientos. Es que te miren con otra cara en la calle, es que se rían, es que no se quieran juntar con vos por tener más peso que el resto... Como si fuera contagioso. Es que nos victimicen, y quieran defendernos como si nosotros no pudiéramos. Gordofobia es que en una vidriera diga 'talles especiales' cuando lo único especial que debería existir son las pizzas", señala Micaela Gambero (23).

Ella es de Holmberg, un pueblo cerca de Río Cuarto, Córdoba. Desde chica le "tocó lidiar con todo el rollo de la discriminación", no solo en la escuela, también en su familia y en la sociedad en general. Sufre de TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada), tiene ataques de pánico y por mucho tiempo padeció fobia social y agorafobia. Todo debido a la obesidad.

"Convivir con estos trastornos me llevaron a tener una muy baja autoestima, y mucha inseguridad de mi misma. Al punto de no querer salir de mi casa", confiesa Micaela en diálogo con Filo.news.

Aunque poco a poco, y por suerte, algunas de esas cosas fueron quedando atrás. "Un recital de una banda que me gusta hizo que mi fobia social desapareciera y me cuestione el por qué me estaba privando de vivir mi vida por miedo a lo que el resto piense", cuenta.

"Fue ahí cuando empecé a seguir en Instagram a personas que me motivaron a quererme, y empezar a ver que existían más personas 'exitosas', o con una buena vida, no siguiendo el estereotipo que la sociedad tiene definido para la mujer latina/argentina. Empecé a informarme y me gustó saber que mi cuerpo valía en esta sociedad, solo que no estaba bien visto. Y ahí fue, donde me di cuenta que en eso tenía que trabajar. Necesitaba hacer algo al respecto, y así nació en mi perfil #StopGordofobia", detalla.

"El término gordofobia no existe en la RAE, partamos desde ahí. Es el rechazo y discriminación a la gordura, la promoción de cánones de belleza asociados a la delgadez en medios de comunicación. Esto suele repercutir más en mujeres que en hombres, eso no quiere decir que no exista en ellos", indica la chica de tan solo 23 años.

Entonces... ¿Qué es #StopGordofobia? "No es apología a la obesidad, es aprender a respetar los cuerpos como son, buscar igualdad y equidad para nosotros y el resto", de eso se trata esta campaña virtual.

"Me ha pasado de ir caminando y que se rían, me griten cosas e incluso he ido a una clínica de la ciudad (Río Cuarto) a acompañar a un familiar, y el médico sin conocerme me preguntó si yo tenia novio, le respondí que no y me contestó que se notaba, que por qué no pensaba en bajar de peso. Son cosas que para la sociedad son comunes, pero a nosotros nos afectan. No vamos a llegar a casa y llorar, o quizá sí. Pero va más allá. Es el respeto", remarca Micaela en base a uno de sus tantos -malos- recuerdos.

Respecto a la campaña, asegura que eligió Instagram como plataforma de impulso porque considera que tiene muy buen alcance y que se puede hablar al de temas diversos con personas que quizás nunca hayas visto, pero que piensan igual.

"Arranqué en agosto del 2018 con una dinámica donde había que subir una foto mostrando cuerpo entero usando el hashtag #stopgordofobia y etiquetándome. Recibí algunas fotos de personas que no conocía, participaron solo personas de afuera y una o dos de mi pueblo. Entonces me frustré al ver que no cumplía con mis expectativas, lo imaginé a lo grande y solo 8 personas participaron. Lo dejé de lado y empecé a compartir cosas sobre gordofobia sin hacer participar a nadie", manifiesta Micaela.

"Estuve desde noviembre del año pasado a abril de este año con otros proyecto en mi vida, milité haciendo política, y en una entrevista en una radio comenté sobre lo que era mi lucha como persona y nombre la campaña #StopGordofobia. El locutor me pidió que vaya otro día a hablar de qué se trataba esto, y fue ahí cuando decidí armar algo para empezar a evolucionar y que conozcan esta lucha que no es solo mía, también de muchxs", relata la joven que hoy trabaja como niñera.

Empezó buscando gente en Instagram escribiéndole a una por una para ver si aceptaban a hacer algo por esta causa. Esta vez la llegada fue mucho más fuerte, al tercer día de su búsqueda ya contaba con más de 12 videos para subir.

"Hay chicas de Argentina, México, España, Colombia y Costa Rica. Hombres que se animaron a dar su testimonio y periodistas de esos lugares que me acompañan. Hoy somos una familia. Hablamos de todo y estamos constantemente buscando gente para ayudar. Tenemos proyectos que queremos concretar ya que hay diferentes países unidos y seguir con esto más que nunca", precisa.

"Somos 30 personas, tenemos más de 20 videos subidos, y personas de Río Cuarto y la zona participando. Incluso periodistas, locutores y figuras reconocidas apoyando la causa", destaca. Entre estas últimas podemos nombrar a Pachu Peña, Nico Vázquez, Tomás Fonzi, Florencia Raggi, Fernanda Callejón, Maite Lanata, Mónica Ayos, Juan Guilera.

Micaela considera que para cambiar esto hay que empezar por los más chicos quizás dando charlas en escuelas o armando un grupo al estilo de ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad o Asociación de Lucha Contra la Obesidad), pero "para personas que decidimos estar gordas y nos aceptamos así".

"No tenemos apoyo, nos tratan como epidemia. Y eso tiene que cambiar", asegura Micaela Gambero.

"El problema de muchas de las personas con sobrepeso es que no quieren estar donde están pero tampoco saben precisar cuál es ese lugar, y no lo saben precisar porque cada vez que levantan la cabeza reciben un golpe en la nuca que los hace volver la mirada hacia el suelo. Ese es el lugar de la opresión, del desafecto, de la no aceptación, es un lugar frío y oscuro donde se nos condena al exilio, a la soledad, donde recibimos trato de delincuentes", describe Micaela respecto a la situación que ella, y tantas otras personas, viven día tras día.

"Descubrir que la gordofobia era real y llamarla por su nombre, poder decir abiertamente que se trataba de una forma de opresión fue el primer paso para poder mirar a nuestros cuerpos de manera diferente. Este descubrimiento fue tan importante para nosotras que nos alteró, transformó y nos descubrió un mundo repleto de posibilidades en el que por primera vez éramos las protagonistas, había llegado el momento de estar, de disfrutar, de mirarse y de dejar de vivir a pesar de nuestro cuerpo, pero sobretodo amarse y respetarse", afirma.

En definitiva, el objetivo de esta campaña es consolidar un grupo de contención que pueda "luchar desde el respeto y el trabajo arduo por la igualdad, la inclusión y poder vivir un poco más a gusto".

"Mi idea es tener un lugar o crear una organización pública donde podamos tratar temas de talles, hacer proyectos para una sociedad cautelosa, dar charlas o lo que sea. Pero siempre para concientizar al mundo que nosotros somos personas", concluye Micaela.

Desde Filo.news nos preguntamos qué es el gordo odio y por qué sucede en nuestro sistema, por eso hicimos este documental: