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Agustín "Soy Rada" Aristarán: "Tuve ataques de pánico"

Este miércoles Caja Negra, el ciclo de entrevistas de Filo.News te muestra un costado diferente del artista. Cara a cara con Julio Leiva, habla de su intimidad, su llegada desde Bahía Blanca y contesta lo que nadie se animó a preguntarle.

Agustín "Soy Rada" Aristarán: "Tuve ataques de pánico"
Agustín "Soy Rada" Aristarán cara a cara con Julio Leiva

Es mago y comediante. Su carrera inició desde chico y continúa cosechando proyectos y reconocimientos. Se llama Agustín Aristarán pero pocos lo conocen por su nombre, sino más bien por su seudónimo -o apodo- del que por una cuestión de derechos se tuvo que desprender.

No me llamo más ‘Radagast’ por una cuestión legal, de marcas. El dueño del nombre es Tolkien, el del ‘Señor de los anillos’”, cuenta en diálogo con el periodista Julio Leiva en Caja Negra, el ciclo de entrevistas de Filo.News que estrena un nuevo episodio este miércoles.

Agustín "Soy Rada" Aristarán en Caja Negra

Radagast es mi personaje, mi ‘mago-comediante’. Cuando vi mi nombre ‘Agustín Aristarán’ en una película, en ‘Re Loca’, me gustó mucho”, cuenta. Motivo por lo que ahora lleva escrito su nombre completo junto a su apodo "Soy Rada".

Su carrera desplegó vuelo en la adolescencia. “Empecé a laburar de esto de muy chico. Elegí la magia y mi personaje, era más fácil ser un personaje que yo. Ganaba un montón de plata y era difícil ganar más que mi papá a los 17 años. Lo hablé en terapia. De chico estaba tan sobredimensionado en Bahía Blanca que tercerizaba magos. Tenía una pyme a los 15 años”, menciona.

Camino como mago, payaso y artista

La magia era un momento, una herramienta. Yo no me sentía ‘mago’. No odio a los magos pero el estereotipo del mago es un papelón. Este mago es muy machista, por ejemplo, el efecto es cortar a una mujer en dos y que quede viva”, destaca.

Rada recuerda cómo fue el comenzar su carrera fuera de su Bahía Blanca natal. “Me comí roscazos por venir del interior”, cuenta.

Agustín "Soy Rada" Aristarán en Caja Negra

Rodeado de artistas, un periodista y célebre personaje de los medios lo marcó. "Jorge Guinzburg me llamó por teléfono para hacer una temporada de verano en Carlos Paz. De él aprendí el profesionalismo extremo, era exigente”, recuerda.

Sobre su hija

A mi hija voy yo a buscarla al colegio, no va ‘Radagast’”, asegura el humorista, quien no descarta volver a ser padre. “Mi hija es magia. Cuando la vi la primera vez, dije ‘esto no es real, es magia’. Ver su crecimiento es mágico. Estoy para otro hijo, me encantaría”, comenta.

¿Miedos con mi hija? Me da miedo la droga y cosas que yo no pueda abordar y acompañarla. Ella es muy inteligente y sensible, confío en ella. Quiero que nadie le rompa el corazón pero le va a pasar”, reflexiona.

Intimidades

“Me da miedo la ceguera, no poder ver, la muerte de alguien cercano, la vejez…”, pone en palabras Aristarán. 

Odio la desigualdad, me da mucha bronca, mucha impotencia. La demostración de poder me rompe los huevos, me saca. El poderoso caga igual que yo, somos lo mismo”, manifiesta.

Julio Leiva en Caja Negra

Soy obsesivo con el orden, con el laburo y con que mi gente esté bien. Tengo un problema con las zapatillas. Me gustan mucho. Mi hermano mide 2 metros y usaba zapatillas de básquet, estaban buenísimas. El primer show que cobré, fui y me compré unas zapatillas”, se confiesa y admite su atracción por las aspiradoras y las herramientas.

“No quiero ser mejor que nadie, quiero ser mejor de lo que fui”, asegura Rada.

“Me gusta cuando voy a ver un espectáculo y me cuentan algo real, la comedia es un remedio de cosas que te pasan”, destaca y no duda al definir: “El aplauso y la risa es como una droga”.

“No veo en ninguna parte a futuro. No tengo miedo de perder lo que conseguí. Estoy convencido de que siempre voy a vivir haciendo lo que me gusta. El mayor éxito es poder vivir de lo que me gusta”, asegura convencido de dos importantes hitos como el show para Netflix y poner su voz en el live action de Disney en español, "El rey león".

Seguro y decidido sabe: “No quiero ser mejor que nadie, quiero ser mejor de lo que fui”. Y recuerda un momento oscuro de su vida. “Tuve ataques de pánico y terminé medicado”, menciona.

Hacia el final de la entrevista se abre la caja. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?

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