A mediados de diciembre salieron a la luz los primeros testimonios contra Alberto Cirulnik, un médico pediatra que trabajaba en las dos sedes del colegio ORT (En Yatay y en Montañeses). Ahora, nuevos testimonios similares aparecieron contra Cirulnik tanto en la institución judía como en su consultorio particular.

Desde que las acusaciones aparecieron en los medios de comunicación, otras víctimas se animaron a hablar sobre sus experiencias con el doctor acusado de abuso a menores de edad. Ya son más de 25 los casos que registró el canal TN en una investigación.

Los nuevos testimonios del trabajo periodístico coinciden con las declaraciones de las víctimas que lo acusaron hace un mes. Preguntas sobre la sexualidad de los niños y el "manoseo".

Entre los 7 y 13 años, Darío Schvartz (34), Mariana López (51), Federico (22) y Romina Luisi (36), fueron víctimas de Alberto Cirulnik y se animaron a contarlo. Coinciden en que confiaban en él, pero sospechaban de las cosas que hacía o decía. TN dio a conocer sus testimonios.

"Cuando yo era chico, Cirulnik era el mejor amigo de mis papás. Él era un médico muy prestigioso y se desempeñaba profesionalmente en varios ámbitos de la comunidad judía. El vínculo entre su familia y la mía era muy intenso. Él era mi pediatra y mi papá era su contador", reveló Darío Schvartz. 

Cuando tenía 8 años lo llevaba a dormir la siesta con él, le hacía masajes en todo el cuerpo, le dijo que los hombres se saludaban dándose besos en el pene, lo incitó a que lo hicieran y se frotó contra él.

López lo conoció en una guardia a los 10 años cuando tenía mucha fiebre y dolor de garganta. Le revisó la garganta, los ganglios y hasta los genitales: "Estuvo husmeando allí un largo rato, al punto que le dijo a mi mamá que me iba a hacer señorita en poco tiempo. No usaba guantes, me acuerdo perfectamente. Yo sentía mucha vergüenza y no entendía qué hacía. Le pidió a mi mamá que nos dejara solos", relató.

Romina Luisi fue paciente de Cirulnik desde que nació y cree que bloqueó varios episodios de abuso del pediatra, pero hay uno que no lo olvida: "Me revisaba y al hacerlo pasaba mucho tiempo masajeando mis partes íntimas, como si me masturbara". Su mamá estaba adentro del consultorio, pero él tapaba lo que hacía con su cuerpo.

Federico fue abusado en 2011: "Yo no entendía lo que pasaba, pero pensaba que era médico y trabajaba en ORT, de modo que confiaba en él. Estuve en el consultorio mucho tiempo para una consulta muy simple. A esa edad no se tiene mucha noción de ciertas cosas. Sabe lo que está bien o mal, pero hasta cierto punto".