Buena parte de los alumnos de los niveles preescolar, primario y secundario de Bélgica regresaron hoy a clases sin restricciones de cupos por clase ni uso obligatorio de mascarilla hasta los 12 años de edad.

El retorno tomó lugar tras un acuerdo a nivel federal de los ministros de Educación de las tres comunidades lingüísticas del país (francófona, neerlandófona y germanófona) y toma lugar en el marco del mantenimiento del "nivel amarillo" de alerta, que ya utilizaron en junio para la vuelta a clase de los niños tras el confinamiento.

Esta categoría indica "riesgo limitado de contaminación" y por debajo solo se sitúa el verde, que significará una verdadera vuelta a la normalidad, y que únicamente se impondrá cuando haya una vacuna contra la Covid-19 disponible

En el tránsito de que esto ocurra se solicitó a los padres que guarden distancia física cuando dejen a los niños a la puerta del colegio y que solo acuda un responsable por menor. 

De igual manera se limitaron las excursiones escolares, pero en relación al ritmo de enseñanza, los niños podrán asistir al colegio los cinco días de la semana en un horario normal y sin restricción de número de alumnos por aula.

En Bélgica, donde de momento se registró un total de 84.948 contagios y 9.894 muertes según las cifras oficiales, las autoridades recalcaron que el retorno a clase paulatino, ya experimentado en junio, no llevó a repuntes significativos de casos.

Sin embargo, tras una rectificación de las autoridades sanitarias se tiene presente que la nueva tasa de mortalidad del coronavirus en Bélgica se situó en 85,5 muertos por cada 100.000 habitantes al reportar ahora cerca de 10.000 fallecidos entre una población de algo más de 11,5 millones de habitantes.

En el segundo país con la mayor tasa de mortalidad por coronavirus en el mundo (solo superado por Perú) la semana escolar de cinco días se mantendrá salvo excepciones, en caso de que la situación de la pandemia se agudice o se decida en algunos grados de secundaria (segundo y tercero) el pasar a una enseñanza que mezcle por igual los cursos a distancia y presenciales.

Para el resto de primaria y secundaria, se podrá contemplar pasar a un "código naranja", con medidas de seguridad reforzadas, si la situación local lo exige.

Por el momento, los ministros de Educación de las tres comunidades lingüísticas, así como los sindicatos de profesores o asociaciones de padres, insisten en permitir al máximo la presencia de niños en las clases.