En el caso del pan, la suba es de un 86% en solo un año. Por ejemplo, el kg de miñón salía en marzo de 2018 $43 y en abril de este año se registran valores cercanos a los $80.

Desde la Cámara de Empresarios del sector informaron que en el mismo período el costo de la harina–insumo básico para la manufactura del alimento-aumentó un 250%.

Para la Federación Argentina de la Industria del Pan la situación es preocupante. El sector denuncia que el alza de la luz, el gas, los impuestos y las cargas sociales complica la rentabilidad del negocio. A ese panorama se le suma la estrepitosa caída en las ventas, cercana al 45%, y el cierre de panaderías que ronda los 600 locales en todo el país.

La situación con la leche también es alarmante. Según el IPC la suba en un año fue del 62%. Ese fenómeno es el principal factor que explica la suba de la pobreza y la indigencia y el empeoramiento de las condiciones de vida.

En Mendoza, el Índice de Precios al Consumidor de 2018 cerró con una inflación acumulada del 53,7% de acuerdo a la DEIE, superando las cifras a nivel país que alcanzan 47,6%.

Fernández Sagasti expresó durante esta jornada, desde San Rafael, que el compromiso como representantes del pueblo es trabajar día a día para ampliar derechos.

El acceso a una alimentación digna es parte de nuestra tarea como sociedad. En una provincia productiva no pueden existir familias sin pan y leche en sus mesas.