Fue un punto de encuentro para familias y amigos, pero hoy, como consecuencia de la difícil situación económica, la heladería Monte Olivia tuvo que cerrar sus puertas. 

"Hoy, debido a la complicada situación económica que nos toca vivir originada por la pandemia, y sumado al hecho circunstancial de que nos han fijado un alquiler excesivo en dólares, que nos resulta insostenible para nuestras finanzas, no podemos continuar con la actividad de nuestra querida heladería", indicó su dueño, Salvador Viscomi, a través de una carta.

La crisis financiera de Monte Olivia no es nueva.

A fines de 2016, las diferencias entre los socios que llevaban adelante el negocio hizo que la heladería estuviera un tiempo cerrada. El conflicto terminó con una intervención judicial y, finalmente, el local pudo reabrir.

Pero el contexto ya no era el mismo. La zona, en donde se encuentra la Plaza Arenales, se había convertido en un gran polo gastronómico y los competidores directos de la heladería -como Lucciano's o Rapanui- tomaron la delantera.

"La despedida no es fácil y trae congoja a nuestros sentimientos y espíritu, pero debemos ser fuertes y recordar que afortunadamente las penurias no son eternas, por eso nosotros preferimos guardar los momentos positivos y decirles a todos muchas gracias y hasta siempre", concluye la misiva.