Parece difícil de creer, pero mientras una buena parte del Gabinete de Sebastián Piñera renunciaba a su cargo, la oposición pedía que no lo hicieran. 

El pedido responde a que la medida impulsada por el Presidente chileno tiene en sus ministros una suerte de válvula de escape por demás repetitiva. Se trata del tercer recambio que el mandatario impulsa desde el inicio de este segundo mandato en marzo del año 2018. 

Una medida por demás reiterativa y poco conducente a resolver un conflicto que desde su comienzo ya trajo 20 muertos, 3.193 detenidos, 1.092 heridos, 54 querellas por torturas y otras 17 por violencia sexual, según el último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

En concreto, Piñera realizó ocho cambios ministeriales y ratificó a otros dieciséis funcionarios. Destacan los casos del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, el Jefe de Gabinete, Andrés Chadwick, y el titular de Economía, Juan Andrés Fontaine. 

Entonces, Fontaine, el mismo que le pidió a los habitantes tras el aumento del Metro de Santiago que se levantaran más temprano para ir a sus trabajos, fuera. El cargo lo va a asumir el ingeniero comercial Lucas Palacios, que secundaba hasta ahora el ministerio de Obras Públicas.

Felipe Larraín, también fuera. Acá parecía difícil la continuidad en el cargo si consideramos que después de conocerse los Índices de Precios al Consumidor (IPC) el por entonces funcionarios llamó a “los románticos” a comprar flores porque entendía que había bajado su precio. 

Andrés Chadwick, primo de Piñera, también fue relevado de su cargo. Pero más allá del uno por uno, y de lo llamativo que los ministerios de Educación y Defensa hayan permanecido inalterados, lo cierto es que por fuera de la merma en la atención mediática, el conflicto en Chile sigue más vigente que nunca. 

Ya sin las Fuerzas Armadas pero con la continuada represión de los Carabineros, el paso siguiente a forzar la cancelación del estado de emergencia parece decidido a dirimir entre una Asamble Constituyente (esto es, redactar una Nueva Constitución) o forzar la renuncia del Presidente Piñera. 

Por lo pronto, los reflejos para gestionar la crisis del mandatario continúan siendo lentos. El Presidente Sebastián Piñera citó al nuevo Gabinete al Palacio de La Moneda este martes a las 14:00 en una jornada donde están convocadas movilizaciones que, justamente, llaman a rodear el Palacio Legislativo. 

Si a esto le sumamos la salida del Presidente a comer pizza, los estados de emergencia y el toque de queda, sumado al entedimiento de que Chile "está en guerra", el futuro político del país seguramente tenga como demanda presente una Nueva Constitución o un nuevo Presidente una de sus salidas en el corto plazo.