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China advierte a empresas taiwanesas: “deben distinguir lo bueno de lo malo”

Las tensiones entre los dirigentes comunistas y el gobierno democrático de Taiwán han ido en aumento en los últimos años.

China advierte a empresas taiwanesas: “deben distinguir lo bueno de lo malo”

Autoridades chinas advirtieron a las empresas de Taiwán del peligro de respaldar su independencia, horas después de que los reguladores continentales multaran a un conglomerado de esa isla a la que Beijing considera una "provincia rebelde".

Las tensiones entre los dirigentes comunistas y el gobierno de Taiwán han ido en aumento en los últimos años, en los que China ha redoblado la presión diplomática, militar y económica sobre este territorio que considera propio.

China "nunca permitirá a la gente que apoya la 'independencia de Taiwán' y daña nuestras relaciones que venga a hacer dinero en China continental", dijo la Oficina de Asuntos de Taiwán (TAO) en un comunicado.

El texto respondía a informaciones publicadas por la agencia de noticias estatal Xinhua de que la empresa taiwanesa Far Eastern Group fue multada por violar la regulación local en algunas de sus inversiones.

"El amplio número de compañías taiwanesas deben distinguir lo bueno de lo malo, mantenerse firmes en su posición trazando una línea contra las fuerzas separatistas por la independencia de Taiwán”, marcó Zhu Fenglian, portavoz de la TAO.

Las partes están separadas desde el año 1949, cuando la Guerra Civil China, que había comenzado en 1927, terminó con la victoria de los comunistas y la retirada de los nacionalistas a Taiwán. 

Desde entonces, el estrecho que separa a Taiwán de la China continental, de 130 kilómetros de ancho en su punto más estrecho, ha sido el lugar de diferentes crisis y tensiones eternas, pero nunca de una guerra abierta. 

Ahora bien, con la esperanza de persuadir a los algo más de 23 millones de taiwaneses de los beneficios que se obtendrían a través de una unificación largamente esperada, China siguió en gran medida su política de larga data de “reunificación pacífica”, mejorando sus lazos económicos, culturales y sociales con la isla.

En este proceso Beijing trató de aislar a Taipei internacionalmente, ofreciendo incentivos económicos a los aliados de la isla, utilizando su influencia económica para debilitar la posición de este territorio en las organizaciones internacionales y para asegurar que los países, corporaciones, universidades e individuos adhirieran a la idea de "una sola China". 

Y si bien estas medidas no son para nada ingenuas e incluso tomando en cuenta que los funcionarios chinos siempre plantearon que tenían derecho a usar la fuerza, esa opción parecía descartada.

Pero, en los últimos meses, se dieron algunas señales de que Beijing está reconsiderando su enfoque pacífico y está contemplando la unificación armada. Jinping ya dejó en claro que quiere "resolver el problema de Taiwán".