El valor del Bitcoin se hundió este lunes, cayendo por debajo de los 30.000 dólares, después de que China ampliara la represión del minado de criptomonedas con la prohibición de esta actividad en una provincia del suroeste.
El Bitcoin había superado los 41.000 dólares a principios de la semana pasada tras un tuit del fundador de Tesla, Elon Musk, donde reiteraba que la compañía de vehículos eléctricos volverá a aceptar pagos en esa criptomoneda si los mineros (quienes crean nuevos Bitcoin) empiezan a utilizar energías limpias. Sin embargo, la actitud de las autoridades chinas ha vuelto a lastrar la cotización de la criptomoneda.
Por su parte, el minado en China alimenta casi el 80% del comercio mundial de criptodivisas, a pesar de la prohibición desde 2017 de comerciar con ellas en el país y del cierre de esta actividad en varias provincias. Según apuntan los analistas, los gobiernos regionales de las provincias chinas en las que más se desarrolla la minería del bitcoin han dado órdenes para clausurar instalaciones.
Durante la semana pasada, autoridades de la provincia de Sichuan ordenaron el cierre de 26 minas, según un aviso difundido en las redes sociales y confirmado por un ex minero de bitcoin. “Ha habido grupos de trabajo que han venido a comprobar... asegurándose de que cerramos las operaciones y retiramos las máquinas”, dijo.
De esta forma, el precio del Bitcoin se hundió por debajo de los 30.000 dólares, tras haber alcanzado un récord cercano a los 65.000 dólares en abril, en parte debido a las medidas represivas de Beijing.
El aviso ordena a las compañías eléctricas que dejen de suministrar electricidad a todas las minas de criptodivisas antes del domingo. La provincia de Sichuan representa una de las mayores bases de minería en el país. Según el periódico estatal Global Times, el cierre de las minas de la provincia puso fin a más del 90% de la capacidad de extracción de Bitcoins del país.
Los analistas afirman que China teme la proliferación de inversiones y recaudación de fondos ilícitas, además de contar con estrictas normas sobre la salida de capitales. Las criptotransacciones amenazan estos controles. “China no tiene una cuenta de capital abierta y las criptodivisas la eluden, lo que es un anatema para las autoridades”, dijo a la AFP Jeffrey Halley, analista de Asia-Pacífico de la empresa de comercio de divisas Oanda.
Sin embargo, la represión de las criptomonedas también abre las puertas a que China introduzca su propia moneda digital, que ya está en proyecto, permitiendo al gobierno central controlar las transacciones. Si bien la creación y el comercio de criptomonedas han sido ilegales en China desde 2019, los últimos movimientos de Beijing han llevado a su vasta red de mineros de bitcoin a cerrar el negocio.