Cientos de guatemaltecos protestaron y quemaron anoche la sede del Congreso pidiendo la destitución del presidente del país, Alejandro Giammattei, tras la aprobación del presupuesto 2021, que será el más alto en la historia del país sin contemplar ningún aumento de las partidas sociales y que prevé un fuerte incremento de la deuda pública.

La jornada de protestas dejó a 37 detenidos que fueron trasladados a distintos Juzgados y la Cruz Roja atendió la salud de varias personas que fueron intoxicadas debido a las llamas que incendiaban el palacio Legislativo, según reveló Andrés Lemus, vocero del organismo. Además, distintos enfrentamientos con la Policía Nacional Civil dejaron 22 heridos.

Con varias banderas azules y blancas del país y otras con lemas como "No más corrupción", "Fuera Giammattei" y "Se metieron con la generación equivocada", los manifestantes llenaron la plaza central frente al antiguo palacio de gobierno en la capital.

Este descontento estallo ante la incapacidad del gobierno de enfrentar la pandemia de coronavirus, debido a la gran opacidad de los recursos, por la creación de un superministro para el que se nombró a un joven cercano al gobernante y por el presupuesto para el próximo año.

El Congreso, en su mayoría integrado por el oficialismo y partidos afines, aprobó un presupuesto de casi 12.800 millones de dólares, un 25% más abultado que el de este año. Estos fondos están dirigidos a infraestructuras con el sector privado y no prevé aumentos en las partidas de salud ni de educación, ni tampoco en las destinadas a combatir la pobreza y la desnutrición infantil.

De casi 17 millones de habitantes de Guatemala, el 59,3% de vive en la pobreza y la desnutrición infantil afecta a casi el 50% de los niños menores de cinco años.