Iván Duque, presidente de la República de Colombia, anunció en el día de hoy los pilares que tendrá la reforma policial por tratar en el Congreso. Vale aclarar que la institución se encuentra bajo la lupa en medio del estallido social que sacude al país, debido a las denuncias de organizaciones defensoras de derechos humanos por la brutalidad policial y de uso excesivo de la fuerza.

"Le he dado instrucciones claras al ministro de Defensa, Diego Molano, para modernizar la estructura orgánica del Ministerio de Defensa, a costo cero, donde le daremos a la seguridad ciudadana, a la seguridad pública, un énfasis incuestionable, y dentro de ese énfasis, el trabajo con nuestra Policía Nacional, donde esté esa cercanía con el ciudadano", precisó Duque.

La reforma tendrá lugar mediante un proyecto de ley, que será presentado ante el Congreso el 20 de julio próximo y se llevará a cabo a través de 10 líneas de acción, como la creación de la Dirección de Derechos Humanos y un Observatorio de Derechos Humanos en la Policía.

Marcando la necesidad de un nuevo enfoque en materia de género, el planteo propone un nuevo Estatuto Disciplinario, con el que se priorizará la investigación disciplinaria en casos relacionados con violaciones a los derechos humanos.

También habrá cambios en la Inspección General y se implementará un nuevo sistema de recepción y seguimiento a las quejas y denuncias, que será de consulta pública de los ciudadanos, para dar una mayor atención a las faltas.

En cuanto al mejoramiento de las condiciones de los uniformados, el director de la Policía afirmó que se abrirán 10.000 plazas más para el ascenso de patrulleros a subintendentes.

De igual manera, entre los pilares de este proyecto se incluye un “uso legal y legítimo de la fuerza”, con un nuevo estatuto disciplinario e incluso una nueva imagen en los uniformes.

La reforma toma lugar tras diversos reclamos desde varios sectores de la oposición, en tanto responde a una demanda creciente que se ha expresado en las calles durante la ola de protestas iniciadas el 28 de abril pasado.

La reestructuración de las fuerzas de seguridad llega cuando su papel en las marchas ha sido criticado por abusos de derechos humanos, con al menos tres de sus agentes enfrentando cargos de homicidio desde que comenzaron las manifestaciones.