Mientras se debate en el Congreso argentino sobre la despenalización del aborto, el papa Francisco aseguró que "es nuestro deber hacer todo para custodiar la vida", y afirmó con énfasis que "¡el único dueño de la vida, desde el principio hasta su fin natural, es Dios!".

"Pensemos en silencio y recemos para que se respete la vida de todas las personas", indicó el Santo Padre ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro en Roma (Italia).

Respecto del Sacramento del Bautismo señaló que "Dios llama a cada uno por su nombre, amándonos personalmente, en lo concreto de nuestra historia" al explicar por qué "en el rito de bienvenida (del Bautismo), preguntamos el nombre del candidato".

El Bautismo, precisó el Sumo Pontífice "constituye la vocación personal de vivir como cristianos, que se desarrollará a lo largo de la vida. Implica una respuesta personal y no prestada, con un copiar y pegar. La vida cristiana, de hecho, está tejida a partir de una serie de llamadas y respuestas".

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