En el mediodía del domingo 5 de julio, efectivos de la Policía rosarina interrumpieron una fiesta electrónica que se estaba realizando sin autorización.
La misma, ocurrió en el barrio de Urquiza, ubicado al oeste de la ciudad de Rosario, y participaron de ella unas 52 personas.
Quienes denunciaron el hecho, fueron unos vecinos de la calle Campbell al 2900, que llamaron inmediatamente al 911 tras enterarse de esta violación del aislamiento obligatorio.
Gustavo Ponce Asahad, fiscal a cargo de la Unidad de Delitos vinculados al aislamiento por la pandemia, ordenó la aprehensión de los participantes y la indagación de posibles antecedentes.
Además, se ordenó tomar muestras fotográficas del lugar y relevamiento de la escena del hecho.