A Carlos Alberto Murguia lo detuvieron el viernes en su domicilio en Moreno. Lo arrestaron por el delito de ejercicio ilegal de la medicina, porque se hacía llamar doctor pero en realidad no lo era. Había truchado el título de la Universidad de El Salvador que tenía colgado en su consultorio y robado la matrícula de una verdadera profesional de la salud. 

El hombre de 69 años atendía en la Clínica Luzuriaga de esa localidad del municipio de Lomas de Zamora. En ese consultorio recibió pacientes desde al menos el año 2018. Sus especialidades, según él, era la neurología y la pediatría, por lo que 168 de sus pacientes fueron menores de edad y 57 de mayores. 

Todo comenzó en noviembre de 2019, cuando una mujer, identificada como María A., se acercó a la Clínica Luzuriaga porque necesitaba un permiso médico para luego presentar en la Embajada española. La atendió el falso médico. Después de conseguir la prescripción, la mujer presentó el papel en la entidad europea. Pero a los pocos días un llamado la sorprendió. Le informaron que según aparecía en sus registros, el número de matrícula del doctor Murguia no correspondía a él, sino que a la doctora Natalia S. y le indicaron que el permiso no tenía validez.

La mujer se contactó a la verdadera médica a través de LinkedIn y le contó la situación. Entonces, María A., lo denunció. Por esos días, se hicieron allanamientos en el centro médico y Murguia fue echado del establecimiento. Sin embargo el hombre quedó en libertad.

En septiembre pasado, el fiscal Martínez tomó la titularidad de la UFI N°8, reactivó la causa y ordenó reubicar a Murgia quien continuaba ejerciendo la medicina en distintas clínicas de la zona oeste del conurbano aún utilizando la matrícula de la doctora Natalia S.

"Yo ingresé y ya estaba trabajando", dijo esta mañana Agustín Quevedo, director de la clínica, en diálogo con TN. La autoridad reconoció que el imputado es socio de él en el centro de salud privado y accionista en el mismo lugar por eso llegó a ser director.