El Día del Vecino fue establecido el 11 de junio en 1959, por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, pero desde 1946 la fecha era celebrada por Romeo Raffo Bontá (1880-1954), a través de la Asociación Vecinal de Villa del Parque.

Fue en 1990 cuando la intendencia porteña instauró el Día del Vecino Participativo, a través del decreto 578/90. La fecha elegida fue por la segunda fundación de Buenos Aires por Juan De Garay el 11 de junio de 1580.

El objetivo de esta fecha es remarcar la importancia del trabajo entre las organizaciones barriales, vecinos y el Estado, con asociaciones civiles, culturales y deportivas.

Hay tres factores determinantes a la hora de ser un buen vecino que facilitan la convivencia en un barrio o edificio: comunicación, respeto y solidaridad.

Buen comunicación: el contacto entre vecinos, aunque sea un cordial saludo, solo traerán resultados positivos a la relación. Saber con quiénes compartís el espacio te da más tranquilidad y seguridad. Ante algún evento inesperado (como un incendio, robo o emergencia médica), es bueno conocerse para alertar o socorrer si hay necesidad.

Respeto: es la base para cualquier tipo de relación. Hay que tener claro si hay un contrato de convivencia y respetarlo. Estos acuerdos incluyen los horarios para obras y para sacar la basura, las mascotas, los niveles de ruido para la música y otros ruidos molestos.

Solidaridad: siempre es importante estar atento ante cualquier problema que cualquiera puede tener y ofrecer la ayuda que necesiten. Además, es bueno convivir con gente solidaria en caso de que a uno mismo le pase algo.

¿Cumplís con estos tres valores para mejorar la convivencia? ¿Algún vecino no los cumple? Podés compartir esta nota como recordatorio.