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Ecuador: el Congreso rechazó la destitución del presidente Guillermo Lasso

La oposición no reunió los votos necesarios para avanzar con la remoción del mandatario, en medio de la crisis política por protestas indígenas. 

Ecuador: el Congreso rechazó la destitución del presidente Guillermo Lasso

El Congreso de Ecuador rechazó la destitución del presidente Guillermo Lasso, en medio de la crisis social que atraviesa el país. El mandatario superó la moción, que reunió 80 de los 92 votos necesarios para avanzar con su remoción, planteada por el partido afín al ex presidente Rafael Correa.

Una moción para cesarlo de cargo, por causal constitucional de "grave crisis política y conmoción interna", no logró reunir los votos necesarios en la Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral de Ecuador.

"Defendimos la democracia y ahora debemos recuperar la paz. Pese a los intentos golpistas, hoy prevaleció la institucionalidad del país", dijo Lasso tras la votación. "Queda en evidencia quiénes trabajan para las mafias políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos trabajando por el Ecuador", completó.

El Congreso discutía desde el sábado el pedido de remoción planteado por el partido opositor Unión por la Esperanza (Unes), el principal con 47 escaños y afín al ex presidente Correa (2007-2017).

Hora antes, Lasso suspendió las negociaciones que el Ejecutivo entabló el lunes con el titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza, que impulsa las protestas que se desarrollan desde hace más de diez días. Lasso tomó la decisión luego de que un soldado muriera y otros 12 uniformados resultaran heridos en un ataque de manifestantes contra militares en la Amazonia.

Los reclamos radican en torno al elevado precio del combustible, la falta de empleo, la entrega de concesiones mineras en territorios nativos, el control de precios de los productos agrícolas y la renegociación de deudas de campesinos con los bancos.

En una alocución, el jefe de Estado señaló que Iza defiende solo "sus intereses políticos" y enfatizó que "no vamos a negociar con quienes mantienen a Ecuador como rehén".

La Conaie lo acusó a su vez de "autoritarismo, falta de voluntad e incapacidad" y dijo que deberá responder por "las consecuencias de su política belicista".