En el día de hoy se dieron a conocer los montos a partir de los cuales el Gobierno oficializó la compra de 100 pistolas taser, 1000 cartuchos operativos y otros 600 de práctica sobre la empresa Axon. 

El resultado de este número arroja que cada pistola taser costó US$ 862, es decir unos 36.635 pesos, en tanto que cada cartucho saldrá $ 1.005 pesos (US$ 23,65) y los de capacitación $ 966 pesos (US$ 22.75).

Recordemos que el 7 de mayo pasado a partir de lo publicado en la Resolución 395/2019 del Boletín Oficial de la República Argentina, fue que quedó oficializada la entrada en vigor del uso de las denominadas pistolas Taser. El Gobierno aprobó el reglamento para el empleo de las mismas para los miembros de las fuerzas policiales y de seguridad federales.

Es en su artículo 2° que se planteó instruir “al Jefe de la Policía Federal Argentina, al Director Nacional de la policía de seguridad aeroportuaria, al Prefecto Nacional Naval de la Prefectura Naval Argentina y al Director Nacional de la Gendarmería Nacional a que procedan a la inmediata implementación de cursos de capacitación específica para el empleo de armas electrónicas no letales".

En el mismo se plantea además que "se hará uso de las armas electrónicas no letales cuando resulten ineficaces otros medios no violentos", en los siguientes casos: a) Para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse; b) Cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas; c) Para impedir la comisión de un delito de acción pública.

¿No letales o poco letales?

El argumento sostenido de que se trata de armas no letales es debatido por distintos organismos internacionales. Las pistolas taser pueden y han ocasionado numerosas muertes en su utilización.

Es en gran medida por esto que Amnistía Internacional y las Naciones Unidas han manifestado su preocupación sobre esta práctica, asegurando que las armas podían ser letales y, apoyados en una declaración de la ONU, plantearon que podían constituir una forma de tortura. 

La seguridad fue y es uno de los tres pilares de Cambiemos desde su llegada al Gobierno (Pobreza cero en la argentina; derrotar al narcotráfico; unir a todos los argentinos). 

En esto es que la gestión de Bullrich tuvo y tiene una gran cantidad de puntos a partir de los cuales fue ganando notoriedad y desde donde se buscó torcer conceptualmente esta idea de la mano dura por la de la mano justa con ejemplos como un nuevo Régimen Penal Juvenil, la Unidad de Garantía de Derechos Humanos de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales y el protocolo de armas de fuego, entre otros. 

La duda entonces queda en cómo se insertan estos anuncios y políticas con el hecho de que la inflación proyectada para el 2019 significará una baja real del presupuesto en todos los ministerios (del 7,9% en la cartera de Seguridad) y fundamentalmente qué lugar va a tener esta agenda en el proceso electoral.