El 19 de marzo, Marcelo Bravo, emprendió un nuevo viaje por trabajo desde Bahía Blanca a Corrientes y desapareció. Toda la familia -cuatro hijos, una mujer, una nieta- estaba desesperada porque no tuvo más noticias del camionero de 43 años oriundo de Río Gallegos.
Dos sucesos claves en la historia despertaron el misterio: primero encontraron el camión abandonado en la localidad entrerriana de Federación. Luego se comunicaron con un hombre que habría encontrado el chip del celular tirado en la ruta 1, cerca de la localidad misionera de Eldorado.
La familia soportó varios días de angustia y el caso de Bravo llegó a los medios. Finalmente el caso se aclaró. Marcelo se comunicó ayer con su familia para contarles por qué huyó y no quería ser encontrado.
La policía de Puerto Pinares lo encontró en una calle de ese pueblo y lo llevaron a la Comisaría para ponerle punto final a su búsqueda. Según trascendió había escapado por un problema laboral. Su hermana reveló que el camionero había quedado en shock después de enterarse que ese viaje iba a ser el último que realizaría para esa empresa.
"Eso lo descolocó. Quedarse sin empleo, con cuatro hijos a los que asistir y una nieta a la que acaba de conocer. Lo puso mal y decidió aislarse", señaló Gabriela. Y aclaró que, a pesar de que puede parecer una actitud "egoísta", ellos se ponían en su lugar.
"Lo más importante es que está bien de salud y esperamos verlo pronto", concluyó.