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Fernández: "No queremos nunca más que las tarifas en Argentina estén dolarizadas"

El presidente encabezó la firma de contratos para el Gasoducto Néstor Kirchner; participaron Sergio Massa, Axel Kicillof, "Wado" de Pedro y gobernadores.

Fernández: "No queremos nunca más que las tarifas en Argentina estén dolarizadas"

El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que "no queremos nunca más que las tarifas en Argentina estén dolarizadas". Lo hizo al encabezar junto al ministro de Economía, Sergio Massa, la firma de contratos para el Gasoducto Néstor Kirchner, en Salliqueló, provincia de Buenos Aires.

"Las tarifas tienen que estar vinculadas con la sociedad dada en un momento dado. Si tenemos gas, ¿por qué vamos a pagarlo en precios internacionales? Si tenemos gas nuestro que podemos distribuir y que los argentinos lo paguen en pesos a precios razonables", planteó.

Tras los cambios en la Secretaría de Energía, y mientras el ministro de Economía avanza con el recorte de los subsidios energéticos, el mandatario envió una clara señal respecto de la postura del Gobierno en este aspecto. Antes del jefe de Estado, tomó la palabra el gobernador bonaerense, quien, en el mismo sentido, señaló: "Hay que garantizar energía a valores razonables".

La cuestión energética es central en el plan del ministro, que apunta a reducir el déficit fiscal para cumplir con la meta pactada por su antecesor, Martín Guzmán, con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La discusión le produjo varios dolores de cabeza al ex funcionario, que no pudo echar al (ex) subsecretario de Energía, Federico Basualdo, del riñón de la vicepresidenta Cristina Kirchner, ni asumir el control del área, hasta hace pocos días en manos del kirchnerismo.

Estuvieron también en el acto los gobernadores Sergio Zillioto (La Pampa) y Omar Gutiérrez (Neuquén); el vicegobernador de Río Negro, Alejandro Palmieri; el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, y la flamante titular de la Secretaría de Energía, Flavia Royón.

En su discurso, Massa se refirió al impacto de la guerra sobre las reservas del Banco Central, hoy en el centro del debate. "La guerra nos costó US$4.100 millones", informó.

"Entre dejar salir un poco más de reservas o cortar el gas y la luz, porque tuvimos que importar gas licuado y diésel, nuestra decisión fue soltar un poco de reservas, pero garantizar a los argentinos que tengan calefacción en casa, que puedan tener las máquinas de las empresas funcionando", explicó.

Durante los últimos días, diferentes analistas y economistas alertaron sobre el nivel de reservas del Banco Central, al punto de que su titular, Miguel Pesce, tuvo que salir a aclarar la situación. "Estamos con niveles de reservas apropiados para afrontar las obligaciones del Banco Central", dijo. Al mismo tiempo, negó que estén utilizando los encajes de los depósitos en dólares, aunque confirmó que sí se está usando el swap chino.

Qué dijo la Fundación Ambiente y Recursos Naturales

La firma del primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner abre un escenario interesante para tener un debate mucho más integral sobre aspectos vinculados con la matriz energética de la Argentina. 

  • Si la obra de expansión del traslado del gas de Vaca Muerta, el cual se va a incrementar en un 24%, llega a estar terminada para el invierno de 2023 efectivamente implicaría un importante ahorro de importaciones de gas natural de Bolivia, es decir un ahorro efectivo de divisas y mejoraría eventualmente el saldo de la balanza comercial de la Argentina. Más aún en un contexto de alza de precios relacionado con el conflicto que se vive en Ucrania. Lo interesante es si la construcción del gasoducto constituye efectivamente una estrategia de largo plazo sobre la matriz energética o responde a un aspecto más bien coyuntural, más allá de que la obra estaba planteada hace varios años.
  • Un factor preocupante es la falta de una plan concreto relacionado con la transición a una matriz energética primaria dependiente de fósiles y de pocos combustibles, la cual necesita Argentina. Esta transición a energías limpias, como la solar o eólica, no solamente es necesario como un proposito en si mismo, sino más bien para garantizar una matriz energética más diversificada en fuentes, brindando más seguridad sobre el propio abastecimiento, y además, da la posibilidad de mejorar el acceso en todas las distintas zonas del país. La descentralización de la energía a la vez permite una reducción de la tarifa en el largo plazo, más allá de responder al incremento de la demanda que puede tener Argentina en el 2023. 
  • Otro aspecto central es la estructura de subsidios que tienen los combustibles fósiles, no solo la demanda, sino también la oferta, es decir subsidios a grandes empresas de energía. Toda esa masa de subsidios si se destinase a otro tipo de energías se podría transicionar con más facilidad a esta matriz descentralizada, diversificada y baja en emisiones. ENARSA/IEASA entre 2010 y 2020, recibió la suma de USD 26.500 millones para sustentar la importación de gas natural y gas natural licuado. Con los subsidios destinados al gas natural (a ENARSA/IEASA y los Plan GAS) se alcanzaría casi el 50% del costo de la producción de hidrógeno.
  • Por último, en la explotación de hidrocarburos se evidencia una falta de circulación y acceso a la información, una falta de participación de distintas comunidades que pueden verse afectadas por los proyectos extractivos y de infraestructura en sus localidades y una falta de controles al cumplimiento de estándares e inversiones, lo cual facilita enormemente los tipos y cantidad de daños ambientales. En este sentido lo que se hace visible es la necesidad de profundizar los mecanismos de implementación del tratado de Escazú, y a la vez la necesidad de implementar mecanismos de evaluación de impacto ambiental estratégica que mira los los impactos acumulativos y sinérgicos que se producen en un determinado entorno.

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