Presentamos nueva sección y nos vestimos de #FiloPolicial junto a Juan Diego Britos, para contar las historias policiales que aún viven en el inconsciente colectivo. 

La primera historia trata sobre lo que sucedió aquella noche del 17 de febrero de 1994 cuando Fructuoso Álvarez González, roció con fósforo líquido la casa de la familia Bagnato en Flores. 

Esa noche, cinco personas perdieron su vida y hubo un único sobreviviente: Matias, quien hoy nos cuenta esta historia de horror en primera persona. Por el quíntuple homicidio, se condenó a prisión perpetua a Fructuoso Álvarez González. Pero la historia no terminó ahí… luego de obtener su libertad, volvió a amenazar a Matías. 

¿Cuándo comenzó el hostigamiento hacia la familia? ¿A qué se debía? ¿Cómo fue la vida de Fructuoso y en dónde está hoy?

La situación personal empujó a Matías a luchar por sus derechos. Después de muchos años de insistencia, logró que se sancionara la llamada Ley de Víctimas, que establece la obligatoriedad de informar, a quien haya sufrido un delito, sobre el estado y avance de la ejecución de la pena del condenado.

¿Cómo pudo seguir adelante siendo el único sobreviviente de la masacre? ¿Cómo fue la lucha interna de este hombre para enfrentar al asesino de su familia y a un sistema judicial indiferente al dolor de las víctimas?

Toda la historia está en este primer #FiloPolicial: