Tras otra jornada negra para Chile con 11 muertos, más de 2.000 detenidos y unos 500 heridos, el presidente Sebastián Piñera se dirigió a sus compatriotas en una conferencia de prensa en la que ratificó su postura represiva y prometió "un conjunto de medidas" además de un "acuerdo social" con partidos políticos y organizaciones sociales.

"Hemos vividos días tristes y difíciles. Reconozco y valoro el derecho de todos los chilenos y chilenas a manifestarse pacíficamente. Comprendo, comparto y he escuchado con atención sus carencias, dolores, problemas, sueños y esperanzas de una vida mejor para ustedes y sus familias", inició, para luego agregar: "Una cosa muy distinta es la brutal violencia y destrucción que han desatado pequeños grupos de delincuentes con organización y medios, y que lo planifican con particular alevosía y maldad; que no respetan la vida humana".

A continuación, el mandatario defendió las políticas implementadas: "Hemos invocado la ley de seguridad del Estado, no contra los ciudadanos, sino contra ese puñado de delincuentes que con tanta violencia y maldad destruyen propiedades y sueños. Hemos establecido el estado de emergencia en muchas regiones para permitir que las FFAA colaboren con nuestras fuerzas de orden en proteger sus vidas".

Asegurando que entre sus tareas como Presidente debe "abrir el diálogo, la colaboración, la buena voluntad y los acuerdos entre los sectores", sostuvo que ya se ha reunido con los respectivos titulares del Senado, la Cámara de Diputados y la Corte Suprema, y que "mañana" hará lo propio con "presidentes de partidos de Gobierno y oposición para explorar y avanzar hacia un acuerdo social que permita acercarnos con rapidez y eficiacia hacia soluciones".

En ese sentido, afirmó que se está trabajando en "un conjunto de medidas para potenciar la mejoría en las pensiones, bajar el precio de los medicamentos, reducir las listas de espera, mejorar la calidad de atención de la salud e implementar un seguro catastrófico para controlar el gasto en medicamentos para las familias chilenas", tendientes a beneficiar "especialmente a la clase media y las más vulnerables".

Por otro lado, postuló como uno de los objetivos próximos "poder generar más y mejores empleos, mejorar salarios y regular alzas en precios de servicios básicos", además de reconstruir la infraestructura dañada durante los últimos días.