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Insólito: un profesor de la Universidad de Yale lleva seis años sin bañarse

James Hamblin explicó que llega un momento en el que "dejas de oler mal, simplemente hueles como una persona" y que "no es una necesidad médica", sino que así se ayuda al ecosistema.

Insólito: un profesor de la Universidad de Yale lleva seis años sin bañarse

Muchas personas necesitan, para empezar el día con energía, una ducha nada más salir de la cama. Otros, la prefieren antes de acostarse, para relajarse. Pero hay un profesor de Medicina en la prestigiosa Universidad de Yale que no lo hace nunca: lleva seis años sin ducharse.

James Hamblin, de 37 años, es profesor en la escuela de Salud Pública de Yale y es especialista en medicina preventiva. "Sé de muchas personas que se bañan muy poco. Sabía que era posible, pero quería intentarlo por mí mismo para ver cuál sería el efecto". Fue así que en el 2015 decidió dejar de ducharse. 


"Con el tiempo, tu cuerpo se acostumbra cada vez más para que no huela tan mal si no usas desodorante y jabón. Y tu piel no se vuelve tan grasienta cuando dejas de usar jabones fuertes. Muchas personas usan champú para eliminar los aceites del cabello y después se aplican un acondicionador para colocar aceites sintéticos. Si logras romper ese círculo, tu cabello terminará viéndose de la manera que era cuando empezaste a usar esos productos", dijo Hamblin.

"Lo principal es entender que lleva tiempo (ver el efecto), no sucede de la noche a la mañana, no es inmediato. Hubo momentos en los que me quería duchar porque lo extrañaba, olía mal y sentía que tenía grasa. Pero eso empezó a pasarme cada vez menos", explica.

Según su teoría, "el olor de los cuerpos es producto de bacterias que viven en nuestra piel y se alimentan de las secreciones aceitosas del sudor y las glándulas sebáceas que están en la base de nuestros folículos pilosos".

"Cuando te duchas agresivamente, destruyes los ecosistemas. Se repueblan rápidamente, pero las especies quedan desequilibradas y tienden a favorecer los tipos de microbios que producen olor", dijo. "Tengo un olor propio y a mi mujer le gusta. Por eso, cuando dejas de ducharte hay un momento en el que tu ecosistema llega a un estado estable y dejas de oler mal. No hueles como agua de rosas. Simplemente hueles como una persona".

El profesor se queja de que en la actualidad, "esperamos que la gente no huela a nada o que huela a perfume, colonia, gel de baño o de lo contrario significa que huelen mal. Si hay algún olor humano detectable, es negativo".

Su modus operandi es el siguiente: "Me enjuago cuando lo necesito o cuando lo deseo, solo con agua, rápido, especialmente cuando tengo el cabello como si me hubiese acabado de despertar o si visiblemente tengo algo sucio. Pero puedes exfoliar, puedes eliminar los aceites simplemente frotando con las manos y peinando tu cabello ocasionalmente. Y eso es todo". Eso sí, aseguró que se lava las manos y los dientes varias veces al día.

Hamblin explicó que la ducha diaria es un concepto muy moderno: "Sí, porque no solíamos tener agua corriente. La mayoría de la gente no tuvo acceso a agua corriente hasta los últimos cien años".

"Era algo que quizás la realeza podía hacer, los reyes y las reinas, pero que la gente sólo podía hacer ocasionalmente. Quizás se metían en un río o en un lago, pero no era algo que necesitáramos hacer todos los días", explicó.

"Diría que la ducha es una preferencia, pero no una necesidad médica", concluyó el profesor.

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