Familiares de Brenton Tarrent, el asesino que masacró a 50 personas en dos mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda, pidió perdón por el "daño irreparable".

La abuela de atacante, Marie Fitzgerald, sostuvo que "desde que viajó al extranjero creo que ha cambiado completamente al chico que conocimos". El australiano empezó a viajar luego de la muerte de su padre y en los últimos tiempos se había instalado en la ciudad neozelandesa de Dunedin.

"Es muy difícil admitir que alguien de nuestra familia pueda hacer algo así", añadió la mujer de 81 años en diálogo con el canal local Channel 9.

Por su parte, Terry Fitzgerald, el tío del atacante señaló que lo único que puede pensar ahora es en las víctimas: "Lo sentimos mucho por esas familias, por las muertes y los heridos".

Por otro lado, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, informó que los cuerpos de las víctimas del ataque terrorista comenzarán a ser entregados a sus familiares a partir de este domingo.