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La voz de Belén que no se pudo escuchar en el debate por el aborto legal

"Somos Belén" es el libro escrito por la abogada Ana Correa, quien hoy expuso su postura a favor de la legalización del aborto. La protagonista contó su experiencia en primera persona.

La voz de Belén que no se pudo escuchar en el debate por el aborto legal

Su identidad no se conoce públicamente. Belén es el nombre que eligieron ella y su abogada para protegerla. "Somos Belén" es el nombre sobre lo que tuvo que atravesar escrito por Ana Correa. En noviembre del año pasado, durante la presentación del libro 'Somos Belén', el entonces presidente electo Alberto Fernández le había prometido que enviaría el proyecto al Congreso. 

Por primera vez, la voz de Belén fue escuchada en un medio de comunicación. La mujer que estuvo presa por un aborto espontáneo durante tres años habló en el programa radial de Ernesto Tenembaum y contó, en primera persona, lo que tuvo que atravesar.

"Hace un par de años fui a un hospital en Tucumán con un aborto espontáneo y terminé presa, juzgada y señalada por los propios médicos del hospital. Tuve un juicio injusto, con pruebas falsas. Estuve casi tres años detenida en un penal hasta que aparecieron cuatro ángeles", comenzó el relato Belén haciendo referencia a Soledad Deza y otras abogadas que la ayudaron a salir de esa situación.

"Sentía cólicos, dolor de panza. Desperté a mi mamá porque no aguantaba más el dolor para que vayamos a la guardia del hospital. Ahí me enteré, cuando estaba llena de sangre, que había tenido un aborto espontáneo. Ahí me enteré que estaba embarazada", recordó sobre cómo comenzó todo.

"En ese momento me llevaron a una sala, que creo que era una sala de partos", contó y siguió con su relato: "Me anestesiaron, me durmieron y cuando me desperté estaba rodeada de policías. Tenía un enfermero al lado mio que me decía: 'Mirá lo que hiciste' y me mostraba una caja, pero no sé qué tenía adentro. Me estaban acusando, fue horrible".

"Estuve internada cinco días con custodia sin saber que estaba detenida, pensé que la policía estaba por otra chica", recordó. Cuando fue dada de alta, la trasladaron a una comisaría cerca del hospital y después a la Fiscalía: "El fiscal Washington Navarro Dávila me mandó al penal". "Ahí quedé. Por ir a pedir ayuda mi vida cambió", declaró en Radio con Vos.

"El ginecólogo decía que yo me hice un aborto: que me había metido cosas, que había tomado pastillas. En los estudios que me hicieron no salió nada. Inventaron cosas horribles: que el cráneo del 'bebé' de 32 semanas estaba destrozado, que el baño estaba lleno de sangre, que corté el cordón con la mano", contó sobre las cosas que se dijeron en ese momento.

Respecto a sus días en el penal, contó: "No es lo que se ve en otros penales, fue raro. Era como una escuela, no había muchas cosas: había tres pabellones, una sala para comer, una sala de visitas, una cocina, un hermoso parque con plantas. Desde el primer día me sentí cuidada por mucha gente de ahí".

Al consultarle cuándo empezó a cambiar su situación, respondió: "Cuando apareció Soledad Dezza. Es una abogada feminista de Tucumán que se enteró por una de las psicólogas que la contactó, porque tenía miedo". 

Además de contar su historia a través de las palabras de Ana Correa, su caso se hizo conocido a nivel mundial. Hubo manifestaciones en varios puntos del planeta pidiendo por su liberación, entre ellos Taiwán, remarcó Tenembaum. "Tengo cartas de todos lados. No me imaginaba eso", reveló.

"Mi abogada me quiso dejar, pero no pudo. Me representó re mal en el juicio. Soledad se presentó en el penal y al otro día me trajo los papeles para firmar pero yo ya tenía la sentencia de ocho años", contó.

Sobre cómo consiguió su libertad, detalló: "Presentamos más evidencia y se sumó la presión por todo el movimiento que generó mi caso". Belén considera que el expediente tiene contradicciones como "la supuesta autopsia del supuesto bebé que pasa de 32 meses de embarazo a 32 días". Finalmente, la Corte Suprema de Tucumán le dio la libertad.

"Todavía tengo pesadillas. Lo que no se me va más de la cabeza son los médicos, cuando estuve sentada frente a los jueces y recuerdo estar en el patio del penal llorando. Jamás imaginé estar presa, menos injustamente, sin haber hecho nada", dijo entre lágrimas.

En este contexto de debate por la legalización del aborto, consideró: "Creo que ahora está a la vista lo que sufrimos las mujeres. Creo que va a ser ley. A las personas que dicen que no hay presas por aborto... si hay, hay más de 70 Belén que nadie sabe que están presas. Presionen ese botoncito verde, que sea ley", cerró.

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