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Lucifer: el delincuente que se volvió asesino serial en la cárcel

Fue encarcelado a los 18 años por un hurto menor pero en su reclusión formó una orden con la cuál asesinó a 48 reos. 

Lucifer: el delincuente que se volvió asesino serial en la cárcel

Marcos Paulo Da Silva es el nombre del recluso que se encuentra cumpliedo una pena en las cárceles de Brasil, pero todos lo conocen como "Lucifer" y es el terror de las cárceles. 

Aunque fue encarcelado por un robo menor en 1995, cuando apenas tenía 18 años, en su tiempo en prisión ha cometido crímenes despiadados y ha sido el responsable de asesinar a otros 48 reclusos de una forma particular: sus víctimas son decapitadas y sus víceras son arrancadas del cuerpo a modo de firma del acto. 

De acuerdo con información del periodista brasileño Josmar Jozino, del portal UOL, Da Silva fue diagnosticado con psicosis y en varias ocasiones ha hecho público su orgullo por haber matado a esas personas.

El reo fue condenado a 217 años y tres meses de prisión por haber cometido seis homicidios en la cárcel, además de que todavía está a la espera de recibir una sentencia por haber ordenado la muerte de otros dos presos en el 2015.

En 2009 fundó la hermandad Resgate do Bonde Cerol Fininho, una agrupación que se encarga de asesinar integrantes del grupo Primer Comando de la Capital (PCC)una de la asociaciones delictivas más grande de Sudamérica, a la que Silva perteneció y dejó en 2008 por diferencias conceptuales con la organización y de la que se volvió el primer y más peligroso detractor. 

Tras una declaración para la justicia, en la cual confirmó haber matado a 48 presos dijo lo siguiente: "Fui usado por el PCC para exterminar presos. Pero no me arrepiento de matar a aquellas personas, porque era una lucha justa. Había muchos violadores y ladrones que robaban dentro de la prisión".

Aunque muchos especulan que estos actos solo buscan tener un lugar especial solo para ellos y estar separados de los demás reos. 

El modus operandi de este grupo, además de asesinar con la misma metodología,  incluye que también deben escribir el nombre Cerol Fininho en las paredes de las celdas con la sangre de sus víctimas, de acuerdo con las reglas escritas por el propio Silva.

“Cuando él llega a una cárcel, es cuestión de tiempo para que comience a matar y cometer actos de barbarie contra los demás presos. Necesita tratamiento urgente”, comentó un custodio del centro penitenciario Presidente Venceslau.

Marcos Paulo da Silva recibió el apodo de Lucifer, debido a que tiene un tatuaje con la frase “Lucifer es mi protector”. Junto a  otras imágenes como tridentes, demonios, calaveras y una esvástica nazi.

Para los psicólogos del sistema penitenciario paulista, la “alta peligrosidad de Lucifer no se debe a una enfermedad mental, sino a un trastorno de personalidad antisocial”. En septiembre de 2011, por ejemplo, mató a cinco reos en la penitenciaría de Serra Azul, en Sao Paulo, y mientras cometía este acto gritaba: “¡Cómo me gusta esto, quiero matar más presos!”.

A lo largo de estos años Silva ha sido trasladado a varios centros penitenciarios. En enero de 2018 fue enviado a Catanduvas, en donde se mutiló varias veces los brazos, las piernas y el vientre. Ahí fue diagnosticado con trastorno de personalidad, psicosis y se determinó que requiere un tratamiento especializado. En julio de este año volvió a la cárcel Presidente Venceslau.

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