Empleados públicos y manifestantes pintaron, en la Quinta Avenida frente a la Torre Trump, la frase de cabecera de los movimientos antirracistas "Black Lives Matter" el jueves 9 de julio.

Esta iniciativa fue orden directa de Bill de Blasio, alcalde de la ciudad de Nueva York, donde está ubicada la torre.

La respuesta del mandatario estadounidense fue inmediata, refiriéndose al accionar del alcalde como "símbolo de odio".

"Nueva York esté recortando los fondos destinados a la Policía y, aún así, se quiera realizar un mural grande y caro en la Quinta Avenida", dijo él, y que ello significa "denigrar" a una "lujosa" avenida.

Con respecto a los dichos del presidente, de Blasio hizo caso omiso y, de hecho, él mismo ayudó a pintar "Black Lives Matter".

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