Luego de la turbulencia cambiaria que generó una fuerte suba del dólar, María Eugenia Vidal reconoció que en los últimos días la gestión del presidente Mauricio Macri enfrentó días dificiles.

“Tuvimos dificultades en estas dos semanas que pasaron, son problemas que sabíamos que podíamos tener. Sin embargo, elegimos el rumbo correcto porque estamos protegiendo a los más débiles”, indicó la Gobernadora de la provincia de Buenos Aires en declaraciones al programa Ya Somos Grandes de TN.

En esa línea, una de las líderes de Cambiemos fue autocrítica y reconoció que "no fuimos claros en decir que en 2015 estuvimos cerca de una crisis".

Además, la funcionaria explicó que el “gradualismo” es la mejor receta que puede aplicarse en este momento. “Cuando asumimos teníamos dos opciones: seguir con las políticas del kirchnerismo, que nos iban a llevar a una hiperinflación o un gran ajuste que implicaba terminar como en el 2001. Ahora tenemos que acelerar este rumbo y por eso necesitamos la ayuda del FMI. Por suerte, el mundo nos apoya y cree en nosotros”, aseguró.

Por otro lado, Vidal se refirió a la posibilidad de sumarse a "mesa chica" junto a las figuras políticas más importantes del Gobierno para asesorar al presidente Macri en la toma de decisiones.

“Todos somos parte del equipo del presidente y él (Macri) escucha a todos. A los funcionarios y a la gente. No importa tanto si hay una mesa chica o no”, aclaró la mandataria.

“Uno de los ejes es la seguridad y la lucha contra las mafias. Sufrimos presiones, pero bajamos los robos, los homicidios y enfrentamos el narcotráfico, que es la madre de todas las batallas"

Por último, la Gobernadora resaltó la baja de la mortalidad infantil en la provincia, y advirtió que con “la distribución de la ayuda social se pueden recortar algunas obras”.

“No hay plata para todos y debimos recortar fondos para morigerar la suba de tarifas. La prioridad es la necesidad de la gente. Por eso no vamos a inaugurar más hospitales, primero que queremos que funcionen los que ya existe”, cerró.