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Muphasa: "Hay una caudal de basura que es pop en clave de trap"

La mente detrás de El Quinto Escalón, una de las competencias de freestyle más importantes, se somete a una entrevista en profundidad con Julio Leiva para su ciclo, Caja Negra. Dale play.

Muphasa: "Hay una caudal de basura que es pop en clave de trap"

Fue uno de los organizadores de El Quinto Escalón, condujo el programa DAMN! en Vorterix y supo rapear en competencias como la Red Bull: Matías Berner, más conocido como Muphasa, es el nuevo invitado del ciclo Caja Negra, conducido por Julio Leiva para Filo.News.

En otra de las ya clásicas charlas, habló de su familia, sus desafíos personales y profesionales, y a quiénes admira de la movida urbana.

Julio Leiva entrevistó a Muphasa para Caja Negra.

Desencuentros

"Mis viejos se llevaban muy mal y lo percibí a una corta edad", confiesa. "Cuando yo crecí se escuchaban muchos gritos en casa, mucha puteada; no era una violencia física sino psicológica muy jodida de controlar".

"Después se separaron y ya son historias que se desvinculan, cada uno por su lado. Cuando vi que estaba imprimiendo en mí esas mismas cosas, hice una ruptura y no vi más a mi padre. Es el día de hoy que mis dos viejos están vivos pero yo no tengo relación ninguna con ellos", reveló.

Si bien Muphasa reconoce que sus padres hicieron "lo mejor que han podido, hubo muchas situaciones de desencuentro que forzaron" a que abandonara su casa: "Mi vieja diciéndome 'Bueno, terminás el colegio, andá a laburar o te vas'. Y yo que soy un cabrón fantástico le dije 'Bueno, voy a conseguir un laburo y me voy a ir'. Con mi primer sueldo me compré un frasco de porro absurdo y con el segundo me alquilé un cuarto en una casa y me fui".

Entre desencuentro y desencuentro, el MC rememora cuando su madre sufrió un ACV el mismo año en que a él lo atropelló un colectivo: "Esto no lo conté nunca: yo entré en pánico, dije 'qué carajo'. Llamé a una ambulancia, pero acá el servicio ambulancias es nefasto y de hecho cuando vuelvo a mi casa a buscar las cosas recién estaba llegando".

Muphasa en Caja Negra.

"Me considero un ciudadano de Internet. Mis padres fueron Internet. Real. Una vez pregunté qué era un orgasmo por primera vez en un foro y me respondieron todo, menos la verdad. Y ahí aprendí qué era Internet", cuenta.

De estas experiencias con su familia, Mupasha asegura que lo han convertido en "una persona profundamente en disidencia con la violencia": "No me cosidero un chabón violento y si hay algo que no quiero ser nunca en mi vida es violento. Ni que nadie se perciba violentado por lo que digo o por lo que hago".

El Kingto

Uno de los tópicos que no podía faltar: el ascenso y consagración del Quinto Escalón. Ganas de rapear, una particular anécdota con el entonces ministro de educación porteño Esteban Bullrich y una carrera como organizador que empezó haciendo flyers para los eventos; todo ello formó parte de su paso por el Kingto.

"Era un quilombo para mí competir y organizar a la vez", manifiesta. "Que pasen tal tal tal y yo... 'Bueno teneme un segundo que...' Y competís contra un pibe que está sentado así toda la tarde esperando y yo estaba con la cabeza en otra cosa. Me empecé a dar cuenta el handicap que eso me generaba. Yo siempre me creí y me sigo creyendo bueno rapeando, pero nunca tuve ni la disciplina, ni la memoria, ni el tiempo como para decir 'Me voy a dedicar a ser competidor'. Ahora ya estoy viejo".

Julio Leiva entrevista a Muphasa para Caja Negra.

De realizarse al costado de los famosos cinco escalones que inspiraron su nombre al escenario sobre la plaza a llevar la final al Malvinas, el Quinto creció a un paso descomunal.

"Llegamos a un punto en una fecha en la que alguien revoleó un encendedor desde la loma del culo y le pegó un pibe que estaba rapeando. Fue como 'Esto es una bomba de tiempo'. Mucha gente no lo entiende. Dicen 'se vendieron'; no, boludo. Los estábamos cuidando, podía pasar cualquier cosa".

Sobre el final, contó: "Yo era único que estaba tirando del carro. Tampoco tenía la vanidad de decir 'Bueno loco váyanse todos y yo sigo con el Quinto'. Así como soy un jodido bárbaro, soy un tipo leal como pocos realmente. Y en esa en esa lealtad para mí fue importante decirle a Alejo 'El Quinto somos los dos. Si vos no estás, si vos no te querés comprometer no hay Quinto. Elegí: seguimos los dos o no hay nada'. Y así fue. No, no hay nada. No hay nada entonces. Y fue hermoso. Una liberación muy grande".

"Pero sí fue una saltada de térmica total", reconoce. "Yo soy así. Soy muy leal. Hago las cosas. Me encanta lo que hago, pero en el momento que algo no me cierra lo digo. Soy muy vocal. 'Che estoy molesto. Che esto no me gusta. Che fíjate'. Ya a la quinta se acabó. Si no te gusta me importa un huevo, me voy a ir. Y eso también me distingue. Me ha dado muchas alegrías como me ha traído mucha tristeza, pero no me arrepiento de esas cosas. Al final esos arranques de saltada de térmica son el alma hablando".

En el evento final, que convocó a miles de personas, estaba previsto un show de Duki: "Iba a tocar ese día y no vino. Imaginate el nivel de estrés. Duki se va a enojar por esto, pero bueno. Tendría diez, quince shows, muchos de los cuales se los dimos nosotros. También es una declaración muy fuerte de él, política casi. No vino porque no quería. Esa es la realidad. Y está bien. A mí ese nivel de caos me agrada. Estoy en paz con el caos".

Debut artístico

"No podés producir eventos, shows, managerear a alguno y encima grabar tu disco y que sea un discazo. Es un mambo mío pero tengo la presión que mucha gente ya me conoce. No es un debut como cualquier otro. Tu primer disco puede ser una cagada y el segundo puede estar mejor. Yo salgo con un tema y va a haber una legión de gente dispuesta a escucharlo, que es fantástico. Y una legión de gente dispuesta a buscarle el pelo al huevo. Entonces yo estoy convencido que tengo que hacer algo que sea una obra maestra. Dentro de mi vanidad lo busco, pero tengo casi decidido que este año tiene que pasar", afirma Muphasa sobre un proyecto solista.

En cuanto a cómo ve la industria actual, apunta: "Me duele que las marcas están atosigando a pibes muy jóvenes. Y lo sé muy bien porque lo veo de cerca las maldades que les hacen por inexpertos, por pichis. También veo mucho pibe que tienen un hambre de victoria muy grande y una generación que se fetichizó con la idea de ser famoso y van a hacer lo que sea para ser famoso. No están entendiendo que estamos en la época en la que cualquiera puede hacerlo sin necesidad del resto, sin necesidad de marcas. Entonces hay como una contradicción que se me genera ahí, porque las marcas están buenísimas, porque abren el juego, tienen plata y la plata también, nos guste o no, genera nuevos espacios y nuevas expresiones. Pero hay que tener cuidado que esas marcas y su afán de estar en la foto no se lleven puesto al arte, no se lleven puesta a la disciplina, no se lleven puesto al rap".

Como referentes del rap, señala a Acru, Urbanse, T&K, Ingrávidos y Dano: "Hay una construcción súper legítima que a mí me encanta", dice. Del trap, destacó a Duki e Ysy A. "En general las expresiones más copadas de esta nueva camada han salido del Quinto. Pero porque también ahí había un animal que respiraba y que nos unía a todos, que es esta idiosincracia que es que el rap no es la foto. El rap es todo lo que pasa por atrás".

"Yo creo que mantienen la antorcha en la mano incluso Ysy, Duki y todos esos que te mencioné a su manera, pero que ahora hay una caudal de basura que es pop en clave de trap, digno de gente que lo declara como ritmos urbanos y ese tipo de falopas que es lo peor que le podés hacer a un género o a una expresión artística genuina", añade.

Desde cero

Fanático de arrancar de nuevo, Muphasa cuenta qué antecedió a la actual etapa de su vida: "Me di cuenta que estaba en una. Estaba mal, estaba triste. Estaba trabajando en algo que no me estaba llenando. Estaba trabajando con muchos juniors y a mi lo que me gusta es estar en un Dream Team. De repente digo boludo renuncie la radio, renuncie a esto, a aquello. Todas las cosas podría estar haciendo y encima le  estoy limpiando el culo a un Junior. Chau Me voy. Todo muy rico. Me fui".

"Soy un romántico, a mi me encanta empezar de cero, me encanta desaparecer. Y también hay una elección muy linda con eso que es haberme ido y haber fallado con todo eso fue como morir. Porque todos tenemos la fantasía de qué pasa al día siguiente que te morís. Quién te llora. Quién está. Quién no está. Y de alguna manera desaparecer así, en un ostracismo tan grande por tanto tiempo que fueron cuatro, seis meses en los que yo no estuve en ningún plano. No postee en ningún lado. No hice nada. Desaparecí. Y fue lindo".

Profundizando en esa idea, agrega: "De repente dije 'Voy a usar mis ahorros y me voy a tomar unas vacaciones indefinidas para recalibrar la antena, para volver a jugar, para volver a rapear, volver a escribir, volver a verme con mis amigos, volver a coger'. Todas cosas que posta no estaba haciendo, pero porque estaba muy encasillado en mi propia épica. Despojarme de esa épica, morir y volver más sabio, más jugoso, más rojito en la piel me hizo bien. Ya estoy llegando al punto en el que me aburrí y eso es fantástico, porque no me pasaba hace años. 'Che loco, qué embole'. Ahí se genera la magia".

Cada semana se publicarán nuevos episodios de Caja Negra, en el cual diferentes figuras se someterán a las preguntas del periodista Julio Leiva. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?

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