Con una profunda tristeza, anuncio la muerte del padre fundador de Zimbabue y ex presidente, el comandante (sic). Con estas palabras fue que Emmerson Mnangagwa, actual mandatario nacional de Zimbabwe, comunicó la noticia. 

Robert Mugabe, quien comandó el país africano entre 1980 y 2017, falleció a los 95 años de edad. "El comandante" fue una figura clave en el proceso independentista de la antigua Rhodesia, al tiempo que transicionó de héroe a villano después de acumular más de 3 décadas en el poder. 

Tras pasar varios años en el extranjero, regresa a Rodesia y se compromete con el Partido Nacional Democrático, al tiempo que se adhiere a la Unión del Pueblo Africano de Zimbabwe cuando este último es prohibido. Desde allí funda la Unión Nacional Africana de Zimbabue, plataforma político del ex mandatario hasta la actualidad. 

Sin embargo, Mugabe es detenido durante una década hasta el año 1974 cuando junto a Joshua Nkomo, encabeza la lucha armada contra el régimen de Ian Smith. La guerra transcurre durante siete años, causando cerca de 27.000 muertos y abriendo las puertas para el 18 de abril de 1980.

Esa fecha fue cuando tuvo lugar la independencia de Rodhesia, hoy Zimbabwe. Mugabe se convierte en el primer ministro y Joshua Nkomo en ministro de Interior. Sin embargo, acusado de complot, el ministro es destituido. 

Ese mismo año Mugabe reforma la Constitución y se convierte en Jefe de Estado del país, cargo que ocuparía hasta el año 2017 no obstante a haber perdido las elecciones del 2008. 

¿Por qué? Basicamente a raíz de la violencia civil y militar es que Morgan Tsivangirai, ganador en las urnas, decide renunciar, posibilitando una nueva reelección de Mugabe. 

Dos puntos finales consolidan el deterioro institucional del país: durante diciembre de 2014, el mandatario posiciona a su esposa Grace como presidenta de la rama femenina del partido y en noviembre de 2017 destituye a su vicepresidente generando una crisis política que termina con Mugabe destituído y en prisión domiciliaria.