Noelia Custodio es todo lo que necesitábamos en el stand up argentino, una de las mujeres que más y mejor hacen uso de la comedia. Tiene 114.000 suscriptores en Youtube y se animó al mano a mano con Julio Leiva en Caja Negra, ciclo de entrevistas exclusivo de Filo.News.

Con Noelia el humor dejó de ser patrimonio de tipos. "Siempre pensé que tenía un talentito -que soy graciosa- y que nunca me iba a servir de mucho, porque también estaba la norma: en la tele los graciosos eran los varones y sobre todo si son feos o digamos no hegemónicos", contó en Caja Negra.

"Yo decía '¿qué futuro hay para mí si lo único que veo es a Casero?', eran todos varones para la comedia. Está lleno de gordos que triunfan de todos lados, tenés Casero, Wiñazki, Lanata, un montón de gordos que triunfan, pero mujeres que serían iguales estéticamente no están en la tele ni en pedo. Y yo me decía que esto me resultaría en contra. Cuando empecé con stand up a los 22 o 23 años, era como que era graciosa, pero algo faltaba. Ahora la torta se dio vuelta. Cuando yo empecé, hace 9 años, eran todos varones y ahora un poco cambió y la calidad más grande del stand up está justo en mujeres y no necesariamente en las que me representan", reflexionó. 

"Pensá en el plantel que tenía Tinelli, todos chabones feos, que les iba bárbaro, que todo el mundo se los quería coger probablemente, pero para las mujeres no había eso", dijó y continuó. "Eran todos feos en Tinelli, pero sin menospreciar. Había un tema con la hegemonía, los lindos no son los graciosos en general. Ahora hay una mezcla en la que soy lindo y gracioso. Mirá el tiktok de Mariano Martínez. No es gracioso, es muy difícil querer ser lindo y gracioso al mismo tiempo, porque en lo gracioso algo de solemne, de lindo, de pose, se pierde, se nota que no dejas ninguna de las dos cosas".

Noelia Custodio también habló con Julio Leiva sobre el (no) consumo irónico y su rol como hija del menemismo: "Con el consumo irónico se legitiman algunos discursos, sobre todo cuando hablamos de gente como Trump o Amalia Granata, pero traté siempre de escapar, yo nunca lo veo como un consumo irónico, no creo ser mejor que ellos. Los veo como de dónde venimos, yo vengo de ahí, todas las noches antes de dormir veía a Susana Giménez, veía Tinelli y quiero saber de dónde sale quien soy, por qué me ofenden ciertas cosas y no otras, me cago de risa con Pachu maniquí a pesar de que se burla de las gordas, de los putos. Siento que es un viaje de descubrimiento a mi persona también, entrás a mi ser y hay menemismo. Lo veo por ese lado, también asumiendo la responsabilidad de quizás tener más seguidores y no darle rosca a ciertas personas porque solo me dan gracia. Trato de tener una especie de cuidado con eso", explicó. 

"Me declaro hija del menemismo porque en mi casa, en los 90, si cambiábamos a Susana, si sonaba el teléfono atendíamos por las dudas con ‘Hola Susana’. Es parte de una generación esto que pasaba de 8 a 9 de la noche en tu casa con el teléfono. Lo viví mucho y lo sufrí mucho también porque no hay lugar para mí en el menemismo. Porque gordas no ¿dónde, cuál? Mirta Wons era LA gorda, pero después ni una más", continuó. 

"Mi viejo escuchaba Luis Miguel, mi vieja Chayanne. De eso vengo, de ahí, mucho Sandro en mi casa, eso fue clave para mí. Esto marca, marca mucho", confesó Noelia.

Custodio y el humor como caballito de batalla: "Mi infancia y adolescencia se puede catalogar como introspectiva por un lado y por otro lado como una mascarita de ‘soy graciosa’. Sabía que esto me iba a ayudar a sobrevivir, lo identifiqué de chica esto y era por acá, este era mi mecanismo de defensa y yo ahora trabajo de este mecanismo. Le saqué provecho para formar amistades, manejarme en grupos, me salvé de mucho bullying. No es que me tiro flores, es que el resto también estaba poco estimulado, eran los 90, estábamos todos así".

"En el stand up encontré algo que me salía bien, al menos para mí. Me parecía que me salía bien y nunca había encontrado algo que me saliera bien", dijo y después profundizó: "Creo que el momento bisagra, el click en mi vida, fue un día a los 20 o 21 años en una placita cerca del tren Sarmiento, en Almagro. Yo estaba con una amiga y un par de personas y les contaba cuando me cagué en la granja, porque eso es algo que cuento. Es un momento mi amiga me dice que tengo que hacer stand up y yo dije ‘puede ser que esto me salga bien’. Yo estaba en crisis, 20 años, sin terminar el secundario, no sabía qué hacer de mi vida. Creo que fue cuando me di cuenta que hice reír a cuatro personas al mismo tiempo”. 

Noelia estudió locución pero no terminó el secundario aunque ese no es un punto del que se sienta orgullosa. "Si podés y tus viejos te bancan, terminalo", aclara y continúa con una anécdota: "Soy una maestra de la mentira. Dije que después lo traía, si pasaba pasaba, por eso no digo dónde estudié porque no quiero quemar a nadie. Les dije que me faltaba el analítico y dos previas y en realidad tenía como siete, y pasó. Me acuerdo que pasaba por la dirección y pensaba ‘¡me lo van a pedir!”. Un día, de nerviosa, les dije que les llevaba el analítico en estos meses y no entendieron...nadie estaba esperando mi analítico".

Logró lo que quería, empezar a estudiar Locución pero después terminó dejando la facultad por el stand up aunque tambén trabaja en radio, hoy forma parte de "Segurola y Habana" en Futurock.

La comediante admite que consume "porro" diariamente: "Es diario y (fumo) cuando puedo. Por ejemplo, hoy venía a esta nota y no quería trabarme tanto, entonces no fumé. Yo iba al gimnasio y antes de ir no iba a fumar porro. Para las funciones quizás una sequita amigable pero no dada vuelta, como quien se toma un whisky. Es mi cosita. Tuve un mal viaje una vez nada más, que fue en la época que fumaba mucho prensado, no habían aparecido las flores y la abundancia", declaró al mismo tiempo que pidió por la legalización de la marihuana. 

La youtuber también habló sobre corrección política: "Tengo mi mirada personal. Sé lo que a mí no me causa gracia y sé que es parte de una cosa más vieja y rancia, pero no creo que haya una censura muy específica para ese tipo de cosas. Quizás sí para la comunidad travesti/trans y que hay una ley de identidad de género. Me parece que se pueden hacer todos los chistes, yo entro a tiktok y veo barbaridades que yo jamás haría y también veo repudio y que sigue, creo que ese ida y vuelta es sano, sin entrar en la cultura de la cancelación", opinó. 

"Me parece lo más que si alguien hace un chiste de mierda que haya gente bardeando y otros defendiendo ese boludo que hizo el chiste de mierda. La cultura de la cancelación es rara, porque ‘CANCELADO’ y ¿qué pasa? Por otro lado tenés la superioridad moral del que cancela y el poder ese que sentís que te dan las redes de torcer algo. Fíjate lo que pasa con la gente que es cancelada, le suben los seguidores, es una locura. Está muy bueno porque empezó la cultura de la cancelación muy al palo, pero paralelamente hubo una bajada que fue como ‘paren, esto no está bueno’. Hay una campana muy fuerte que ya no está tan a favor de la cancelación. Hay algo de escrache, la necesidad de mucha gente de contar se torció bastante. El escrache se usa hace un montón, contra milicos o violadores y también ahora es una herramienta que se usa contra alguien que dijo algo… no podemos tratar de la misma manera a una persona que violó, que a alquien que hizo un chiste”, continuó. 

"Hay un grupo de gente que corre con la corrección política, pero también no pasa nada, no hay nadie censurando. Hay cosas que son muy burdas, hay chistes de Tinelli, por ejemplo el de las cámaras oculta a las modelos, eso no se puede pasar, pero sí también es que venimos de esto, veámoslo y no digamos ‘Yayo cancelado’. No, veamos de dónde salimos, cuál era el entorno, cuál era el lugar de las mujeres, qué era el maltrato", reflexionó Noelia. 

"No me veo haciendo chistes de alguien por su identidad de género, no me parece gracioso. Pero después no hay nada con lo que no joda, me parece que lo que tiene el humor a veces es como incoherencias. Estamos en una etapa de confusión, donde se está reacomodando todo"

Por último confesó: "Mi Dios de Youtube es Dross. Es un narrador de la concha de la lora, me encanta, te lleva a otro mundo, nadie puede hacer lo que hace él, es espectacular y un vendehumo bárbaro, me encanta la gente que vende humo. Más allá de la ideología, es mi libertario favorito, me gusta decirlo. Hay que aflojar con eso de que, si no piensa como yo, no lo veo ni en pedo", cerró. 

Cada semana se publicarán nuevos episodios de Caja Negra, en el cual diferentes figuras se someterán a las preguntas del periodista Julio Leiva. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?