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Nueva Zelanda: un “lobo solitario” apuñala a 6 personas y es abatido

La primera ministra, Jacinda Ardern, se declaró "devastada" por el hecho al tiempo que explicó que la identidad del agresor de momento no se puede revelar por orden judicial.

Nueva Zelanda: un “lobo solitario” apuñala a 6 personas y es abatido

En lo que figura como un nuevo ataque terrorista en Nueva Zelanda, un presunto simpatizante del Estado Islámico (EI) apuñaló hace algunos momentos a un total de seis personas en un supermercado de la ciudad neozelandesa de Auckland, antes de ser abatido por la policía.

El hombre, un ciudadano de Sri Lanka que llegó a Nueva Zelanda en el año 2011 y se encontraba en una lista antiterrorista por lo que era objeto de vigilancia policial permanente, ingresó al local, se apoderó de un cuchillo en un mostrador y y empezó a apuñalar a los clientes que tenía más cerca.

La policía abrió fuego y lo abatió de forma casi inmediata, un minuto después de iniciada la agresión. De momento no se registraron víctimas pero tres de los seis heridos están en estado grave.

Los compradores corrieron a las salidas del supermercado y las imágenes captadas por testigos muestran el momento en que los policías acudieron rápidamente al lugar, donde abatieron al agresor.

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, se declaró "devastada" por el hecho en una comparecencia ante la prensa en la que explicó que la identidad del agresor no se puede revelar por orden judicial. 

Sin embargo, la funcionaria contó que se trata de un “lobo solitario” que, el pasado mes de mayo fue declarado culpable de poseer propaganda de la milicia radical, por lo que se resolvió que estuviera bajo vigilancia policial las 24 horas del día.

El fiscal intentó que se le juzgara bajo la Ley Antiterrorista pero el juez concluyó que no había suficientes pruebas para proceder.

Consultada sobre por qué un individuo considerado tan peligroso seguía en la comunidad, Ardern defendió la actuación de las autoridades y explicó que “por ley no podíamos retenerlo en prisión. Si hubiera cometido un acto criminal que nos hubiera permitido encarcelarlo, así lo hubiéramos hecho. Desafortunadamente, no lo cometió”.

El hecho lógicamente trajo a la memoria el peor ataque ocurrido en Nueva Zelanda, en una mezquita de Christchurch en marzo de 2019, cuando un supremacista blanco abrió fuego matando a 51 musulmanes e hiriendo a otros 40.

Ardern no reveló cuántos "sospechosos de terrorismo" están bajo vigilancia en Nueva Zelanda y se limitó a decir que "hay muy pocas personas que entran en esta categoría".

Por su parte, el responsable policial, Andrew Coster, afirmó que las autoridades confían en que el hombre actuó en solitario y que por ello no hay más amenazas para la sociedad.