Peter Lanzani: "Estoy en un cambio constante de lo que voy aprendiendo y de lo que creo que soy"
Sus primeros pasos en televisión marcaron generaciones y éxitos asegurados en el mundo, y desde Cris Morena, llegó a grabar con cineastas de la talla de Pablo Trapero, Bruno Stagnaro, Luis Ortega y Santiago Mitre. Actor versátil y apasionado. Pasión con la que lo veremos en "Maradona: Sueño Bendito" y listo para romper el hielo frente a Julio Leiva.
Actor, conductor, cantante, director. Lo conocemos desde chiquito, y su crecimiento está guardado en el registro de personajes que interpreta y que como él asegura, "marcaron un antes y un después". Porque si hay una marca en Peter Lanzani, es su evolución, cambio constante. Este miércoles, es el flamante invitado a Caja Negra, ciclo de entrevistas exclusivo de Filo.News.
Y fiel a su estilo, la primera pregunta de Julio Leiva rompe directamente el hielo: "La gente flashea con vos en el tema de tu cambio de rol, las facetas, como un juego. Si tuvieras que cambiar directamente tu fisonomía y decís elijo la de otra persona, ¿qué te gustaría hacer?"
Si bien la pregunta lo hace pensar, Peter encuentra cómo desafiarse. "Una Spinetta, que es alto, flaco", contesta. "Ni hablar de que Spinetta es el mago de los magos, así que me fascinaría. Con mis amigos del colegio, que son todos músicos, los recordamos siempre con muchísimo amor, porque nos marcó no toda nuestra adolescencia, toda nuestra vida escuchando sus temas y nace un poeta que va a quedar en nuestro corazón por el resto de nuestras vidas", añade.
Su paso por "Maradona Sueño Bendito"
Peter es uno de los personajes centrales de la biopic de Diego Armando Maradona que llega este viernes 29 por Amazon Prime Video. Se trata de Jorge Cyterszpiler, el primer manager del Diez.
"Teníamos fotos, alguna entrevista, pero no estábamos tan palpados de este personaje, menos yo, que no soy contemporáneo. Entonces la búsqueda un poco fue leyendo la Biblia de los guiones, tratando de entender un poco lo que requiere mi personaje dentro de la historia y dentro de como nosotros estamos contando la historia. Así que armarlo un poco a medida. Lo que pude leer entre líneas es que era una persona que lo hacía divertir, que era su amigo, que era su confidente, prácticamente su hermano, por lo menos en sus primeros inicios, su fisionomía, su renguera, porque tuvo poliomielitis de chico. Así que había como toda una coreografía que sacar dentro de ese movimiento que en el rodaje, en lo que es Barcelona y Napoli, en Argentina tenía muleta, pero en Barcelona y Napoli no tenía. Entonces tenía que ser siempre la renguera. Y yo desde que me ponía mi traje, el de la panza y todo y me ponía el coso, la peluca y toda la bola rengueaba", cuenta.
Su paso por la serie fue a fondo: miró entrevistas, imágenes de archivo, declaraciones, cuánto material hubiera para entender la psicología de Maradona, y así poder acompañar su ascenso en la piel de Cyterszpiler.
"Yo quizás soy de una época más messista, por así decir, porque es un poco más contemporáneo. Ni hablar de que Maradona es un emblema, pero que maravilloso. Futbolísticamente es de las personas que más nos representa en el mundo. Nos puso en el mapa a la Argentina desde siempre y el encontrarme con la serie, el encontrarme con un Maradona quizás un tanto desconocido. Para mí fue superador porque aprendí un poco sobre hasta cómo pensaba que antes no me pasaba. Entendí su fútbol, entendí su magia, entendí su pasión, entendí su respeto y su imposición social. Entendí un montón de cosas que quizás no, no empatizaba uno o. O no sabía justamente por eso, por no ser tan contemporáneo al que salió campeón del año 86 y. Y gritó y levantó la Copa del Mundo como si fuese él mismo. Así que agradezco mucho haber podido ser parte de esta serie, porque pude empatizar y entender un mundo y un fenómeno que quizás años atrás si conocía, entendía empatizaba y toda la bola, pero no a este nivel y poder ver goles que jamás en la vida había visto de Maradona y entender de dónde viene, hacia dónde va. Viste un ABC así, de la actuación, pero en una persona real y mítica. La verdad es que agradezco mucho porque lo sentía como hoy con el diario del lunes puedo decir que lo sentía como una cuenta pendiente", expresa.
Peter va contando entretelones, desde un juego épico con Nicolás Goldschmidt -quien interpreta a Maradona en su adolescencia- tomando una cerveza en un bar distinto hasta completar los 7 bares, casi como un recorrido religioso (léease como su simbolismo con lo escatológico de la figura del ídolo). Hasta cuando en Napoli, se enteraron que estaban grabando la serie y "empezaron a gritar".
"Me abrazaban, me besaban, me decían 'vení, vamos, vamos a comer'. Me llevan a comer a su casa, a la casa de sus padres. Dos pibes eran uno de 35 años y y Ricardo creo que tenía 28 o 28. Era un poco más chico que yo en esa época y me llevan a comer con la nona. Termino comiendo con la nona pasta de tres, cuatro, cinco platos. Una locura", relata.
En medio de la producción de la serie, el 25 de noviembre de 2020, la noticia que paralizó al mundo: había fallecido Diego Maradona. ¿Qué le pasó a Peter cuando se enteró?
"Fue un shock. Estaba con mis amigos del club comiendo algo y no lo podíamos creer. Nos pusimos a charlar y a repasar un poco todo lo que fue su vida. Yo un poco más palpado porque ya había terminado la serie. Entonces había algunos datos y anécdotas y cosas de color que íbamos contando y nos divertíamos y ver a la gente salir a la calle a aplaudir, a alentarlo, separando lo que es la polémica a Diego Armando Maradona, que siempre la tuvo y siempre la tendrá. Y lo que fue como emblema para nuestro país, para nuestra nación. Y me emocionó, la verdad. Me emocionó ver que la gente salía a despedirlo porque creo que es lo que a él le hubiese gustado, porque era un tipo del pueblo", asegura.
Hitos de su carrera
Tenía 15 años cuando arrancó con "Chiquititas" (2006), y al año siguiente ya el estallido "Casi Ángeles", producciones de la autora y realizadora de contenido, Cris Morena. Pasaron más de diez años pero el furror cada vez que se mencionan estas tiras diarias sigue siendo significativo, ¿qué mirada tiene hoy sobre estos primeros pasos?
"Tenemos creo que el récord de 91 funciones de Gran Rex a sala llena. Una cosa así. Hacíamos tres funciones por día viviendo mi adolescencia, a parte que tenía ganas de encontrarme con mis amigos, salir de juerga pero no, era levantarme a las 7 de la mañana para ir al colegio, salir a la una. Me busca mi abuelo porque mis viejos laburaban. Me llevaba para Martínez, grababa hasta las 7 u 8 de la noche y de ahí salía y tomaba o alguna clase de canto. O ensayábamos porque teníamos que hacer teatro, o grabábamos un disco o los fines de semana nos íbamos de gira. Era la colimba, la verdad. Laburabamos pero como perros, pero hoy me dio esa formación y esa manera de de laburar. Quizás soy un poco más consciente que creo yo que hay una sola manera de hacer lo que hacemos y es compasión, porque si no la hacés no entras en el flash. He visto muchísimos meritorios o de cámara o de foco de maquillaje o de los de peinado que no bancan el ritmo, no es tan sencillo. Por eso creo que hay una sola manera de hacerlo y te tiene que gustar. Digo, la gente, el cine, las series somos bichos muy raros", reflexiona.
"La verdad es que tuve un buen paso, me sentí cuidado, me sentí sobre exigido en un montón de cosas, pero siempre fue una elección mía. Mis padres, que no les gustaba nada, me acompañaron cada segundo. La verdad es que mi admiración por ellos es enorme, porque hoy, visto desde mis ojos de hoy, yo no sé si lo hubiese hecho si tuviese un pibe, no sé si se lo permitiría", añade.
Su primera película fue otro gran salto en su carrera: "El Clan". Pero no solamente por ser la primera sino por muchísimos factores: uno de ellos, era sacarse el mote de galán para interpretar no sólo a un personaje verdaderamente complejo y dramático sino real como lo fue Alejandro Puccio. Dos: porque su llegada a las salas de cine se daría de la mano de Guillermo Francella. Tres: con la dirección de Pablo Trapero, a quien ya admiraba.
"Tuve que pasar por siete castings, me la hicieron parir, pasé y yo así, mirando para el frente y diciendo vos pedime lo que quieras, está esta película es la mía", recuerda.
"Impresionante ya el hecho de haber tenido la posibilidad de estar casteado tantas veces por Trapero, para mí ya era una locura. Imaginate, nunca había hecho cine. Si había uno de los directores que me gustaba, el de cine nacional era Trapero:"Leonera", "Elefante blanco", "Carancho" o "Mundo grúa", "El bonaerense", es una película tras otra. Más es historia que me atravesaba de cerca. Yo vengo del mundo del rugby y mi viejo ha jugado contra Alejandro Pucho y era amigo de uno de los secuestrados y asesinados. Entonces es una historia que me atravesaba ahí y ya la sentía personal y de cerca", cuenta al tiempo que agrega que su padre se emocionó al verlo en la pantalla grande.
"Y lloró seguro. Mis viejos siempre lloran. Aparte yo nunca les hago comedias románticas y entonces la pasan pésimo. Creo que Maradona es la primera que van a decir hijo gracias. Pero sí, si, les gustó", señala con humor.
Otro gran salto vino de la mano de Luis Ortega, y sí, con otro caso real de la crónica policial argentina: "El Ángel", basada en los crímenes de Carlos Robledo Puch: "Recuerdo Luis me quería sacar el lunar porque le daba, le daba muy buenito. Otro genio magistral de los genios. Yo me pongo a merced de los directores porque Luis es una maravilla también. Luis, Bruno, Stagnaro también me tocó laburar con él. Son directores viste que te marcan las cosas de otra manera. Tengo el recuerdo de que Luis, una noche, a las tres de la mañana, mientras estábamos rodando, venía y me marcaba un texto como diciendo está buenísimo, es por acá, quiero la escena bien".
Siguió la serie "Un Gallo para Esculapio" que co-protagonizó con Luis Brandoni con la dirección de Bruno Stagnaro y la historia que crearon con Ariel Staltali.
"Un delirio atrás de un delirio. Éramos un buen equipo, pero equipo guerrillero viste de agarramos la cámara y vos caminás por el medio de Liniers y con el que te cruces. Y vamos, Nos subimos a un tren sin permiso y yo con un gallo en una bolsa. Y lo sacaba y le daba de comer un chorizo y me cambiaba la remera para hacer una escena. Y al toque hacer otra de otro capítulo. Y era como una escena de la segunda temporada que el Nelson se había puesto un poco más picante y teníamos que apretar a uno y lo aportábamos en uno de esos puentes viste para cruzar las vías del tren y lo matamos a palo. Y de repente, en un momento se escucha desde uno de los edificios Déjenlo en paz y nosotros nos estallamos de la risa. 'Estamos grabando señora', ah bueno... de todo nos pasó", cuenta.
Con "El Reino", la serie escrita por Claudia Piñeiro y Marcelo Pineyro, la búsqueda del personaje fue igual o superior por lo anecdótica: "Me llegan los guiones, los leo, estaba en Napoli haciendo justo 'Maradona' también y tengo un encuentro por zoom con Marcelo Piñero y ya cuando leí el guión me transportó directamente a Alyosha, que es uno de los Hermanos Karamazov, que es esta obra de Dostoievski por su esencia, su bondad. Su búsqueda, un pibe espiritual, lleno de preguntas, rodeado en un mundo de chacales y dije este pibe salió ya. Y cuando lo hablé con Marcelo decía 'vos si sabés que si'. Además justo estaba usando peluca para lo de Maradona. Me empecé a dejar crecer el pelo. La barba me crece al toque. Así que no fue mucho problema. Y ahí fui como encontrando el look. No hicimos raya al medio medio, como si fuese Jesús, barba. Y recuerdo haber hablado con Mecha Morán cuando hicimos la primera lectura de guión. El personaje ya sentía que estaba medio plano. Le faltaba un algo. Y me terminó tirando el centro de... '¿si ponés un tartamudo, un rengo, algo?'. Lo voy a probar. Se lo propongo a Marcelo, lo pruebo y creo que esa leve tartamudez también le da un poco de mundo, de atmósfera. Esa a toda esa, ese mundo intrincado que tenía".
Entre sus próximos proyectos, está "Argentina 1985", junto a nada menos que Ricardo Darín, film que recrea el proceso de enjuiciamiento a las Juntas Militares, bajo la dirección de Santiago Mitre ("La Cordillera").
"El guión de Linás y de Santi es impresionante. La verdad fue una experiencia tremenda. Nunca había hecho abogado y es loco porque tiene un cierto léxico. Hay una cierta compostura, más la atmósfera de lo que de lo que había dejado la dictadura, que todavía se seguían haciendo chanchullos porque 1984, 1985 de Los Puccio ya en esa época eran sus últimos años. Increíble", expresa.
"Y es una mezcla de sensaciones. Las primeras veces es llanto puro o súper congojo, no te das cuenta y de repente llegas a tu casa y estás cansado, tarde, cargado de culpas. Y claro, acabo de escuchar todo un día entero de una testigo que dice que la violaron, que la usurparon, la hicieron tener el bebé, llega un momento, que si, si, si, si uno trata de no palparse de eso, pero más sabiendo que es un caso real, un poco te sucede. Por suerte tenemos a la persona más graciosa en este mundo en el rodaje, que es el señor Ricardo Darín, que nos hacía estallar con la risa", reconoce.
"No tengo ni la más mínima idea; esa es la única verdad"
Si pudiera cambiar algo suyo ¿qué cambiaría Peter Lanzani? "No sé, soy un poco calentón. Tengo bastante paciencia, pero se ve a veces un poco la chaveta, pero no sé si necesariamente cambiaría algo de mí. Voy mutando todo el tiempo. Estoy en un cambio constante de lo que voy aprendiendo y de lo que yo creo que soy. Que en definitiva, no tengo ni la más mínima idea. Esa es la única verdad", cierra.
Hacia el final de la entrevista se abre la caja. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?