La historia data del 1800 si, dos siglos atrás, más precisamente en enero de 1868, cuando el abogado Manuel Bilbao y José Alejandro Bernheim fundaron, en la ciudad de Buenos Aires, el diario La República. 

Y para comercializar el diario decidieron dárselo a los chicos que se ubicarían en las esquinas ofreciendo el periódico, que antes solo se conseguía mediante una suscripción o yendo directamente a la imprenta. Esta costumbre ya se implementaba con gran éxito en Nueva York y otras partes del mundo. 

Y  además el costo de pagarle al diariero era menor al del correo y la gente podía tener el ejemplar en el momento, sin esperarlo en su casa o sin la necesidad de ir a la imprenta.

A partir de aquel enero, la gente comenzó a escuchar pregoneros en las esquinas al grito de "¡La República, a un peso!". Con el tiempo, esos gritos se convirtieron en sonido primordial de la sinfonía de la ciudad. 

7 años después de esta implementación de venta de ejemplares, nació en Montevideo Florencio Sánchez un 17 de enero de 1875. 

A los 16 años comenzó a estudiar periodismo y con una carrera prometedora decidió venir a Argentina, donde se instaló en la Ciudad de La Plata. 10 años después entró a trabajar en el Diario "La República", pero paralelamente Florencio escribía obras de teatro, y una de ellas se basó en la historia de un niño, que abandonado por sus padres, se ganaba la vida vendiendo diarios. 

Ese libro se llamó "Canillita", y fue la palabra que inmortalizó el oficio de vender periódicos. 

¿Pero por qué canillita? 

Canillita proviene del latín, canella, diminutivo de canna, que quiere decir caña. En lunfardo se le dice canilla al hueso largo de las piernas o de los brazos. Por eso, a las piernas flaquitas se les decía canillas o canillitas.

Y en base a eso se inspiró el personaje del libro de Florencio.  Este niño que es tal su pobreza que tiene unos pantalones relativamente nuevos pero que le quedaron tan  cortos al crecer y convertirse en un adolescente que se le veían las "canillas". 

El mismo año en que escribió Canillita, 1903, el periodista y escritor tuvo un gran éxito con su obra M´hijo el dotor.

Jerónimo Podestá, actor y empresario teatral, le propuso a Florencio  que estrenara  Canillita  en Buenos Aires. Como no era habitual la participación de niños en los escenarios, Blanca Podestá fue la seleccionada para interpretar al canillita.

Fue tal el éxito de la obra, que la compañía decidió ofrecer una función gratuita sólo para diarieros.

El 7 de noviembre de 1910,  Florencio Sánchez falleció a los 35 años de una neumonía. 37 años después de su muerte, en 1947, se decretó que la fecha de su fallecimiento rindiera homenaje a "El Día del Canillita", en honor al hombre que inmortalizó su figura a través de la palabra.