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¿Por qué faltan huevos, levadura y harina en las góndolas?

Las políticas de aislamiento social generan cambios en los hábitos de los consumidores

¿Por qué faltan huevos, levadura y harina en las góndolas?

Los consumidores se habrán dado cuenta que es cada vez más difícil encontrar algunos productos: algunos artículos de limpieza adicionales a los conocidos desinfectantes y lavandinas, huevos, levadura, harina leudante y algunos alimentos más elaborados. Un estudio de la consultora Nielsen confirma el problema en el abastecimiento, debido a un aumento en los quiebres de stocks, principalemente en alimentos y limpieza.

La escasez de huevos resulta evidente. En este sentido, los productores explican que la pandemia y las medidas de aislamiento llevaron a un cambio de hábitos, lo cual llevó a que cada vez más personas opte por elabrorar pan en su casa. Según las estimaciones de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) desde el inicio de la cuarentena la demanda de huevos se disparó un 40%, impulsada por el consumo hogareño. Javier Prida, presidente de Capia, destacó que desde que empezó la cuarentena y con un sector gastronómico parado, la venta fue redireccionado hacia el canal de los supermercados y las granjas. "El abastecimiento está en un 90% y estamos trabajando para garantizarlo. Si hay faltantes es por el fuerte crecimiento de la demanda, que es de un 40 por ciento aproximadamente a nivel nacional", explicó.

Con respecto a los faltantes de levadura y harina leudante sucede algo similar. Los cambios de hábitos condujeron a un "boom" de ventas impulsado por la elaboración de pan en casa. Según los datos de Nielsen, las ventas de levaduras en los supermercados crecieron un 255% desde el inicio de la cuarentena y la demanda de harina creció 2 veces y medio en el canal mayorista (que a su vez abastece a los almacenes de barrio y los autoservicios chinos). Frente a estos números, desde la consultora no dudan de hablar de una nueva "economía en casa", que se traduce en cambios de hábitos como que el 85% de los argentinos declara estar cocinando más por la cuarentena.

En todos los casos (de los barbijos y el alcohol a los huevos) el factor que acecha entre los faltantes es la política de precios máximos, que históricamente mostró una relación muy directa entre su aplicación y casi inevitable proceso de desabastecimiento.

Estos problemas de abastecimiento  son confirmados por un estudio de la consultora Nielsen. Según el informe, la cantidad de productos faltantes pegó un salto del 25% a un inédito 61% a lo largo de marzo. Es decir, que en la última semana de mes en seis de cada diez productos relevados hubo algún faltante (o quiebre de stock, como se conoce en la industria). De acuerdo al relevamiento, los mayores problemas se registraron en el rubro limpieza y tocador, donde el nivel de faltante a fines de marzo llegó al 67 por ciento.

"En los grandes supermercados lo que ocurre es que prefieren priorizar los esfuerzos en sostener los stocks en las categorías en las que se concentra la demanda , aún a riesgo de descuidar el surtido en otras que hoy son menos buscadas. Lo que buscan es eficientizar el surtido", explica Facundo Aragón, gerente comercial de Nielsen.

El panorama es diferente en el denominado canal tradicional (autoservicios, almacenes, negocios de barrio), en los que la mayoría de los faltantes se explican por las dificultades que tienen los pequeños comercios en acceder a la mercadería, especialmente si se quieren respetar los precios máximos que fijó el Gobierno.

"En los comercios tradicionales se ven quiebres de stock más clásicos, que son los que se producen cuando no se llegar a completar el círculo de abastecimiento y la demanda es tan grande en algunos productos que se producen los quiebres", finalizó Aragón.

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