Vasili Necheporenko, un sacerdote ruso, fue suspendido por un año por bautizar con violencia a un bebé. El hecho ocurrió el 10 de agosto en Gátchina, ciudad de San Petesburgo y fue denunciado por los padres de la criatura, quienes pagaron (al cambio) 55 dólares para la ceremonia.

La madre, Anastasía Alexéyeva, declaró a medios locales que el pequeño salió de allí herido y con un traumas psicológicos.

En el video se observa como el sacerdote agita y sumerge a la pileta bautismal con excesiva fuerza mientras el bebé no dejaba de llorar.

Anastasía Alexéyeva intentó detener el proceso pero y se ve que en un momento intenta sacarle a su hijo de los brazos, pero el clérigo se lo impide.

"Hizo todo lo posible para lastimar al niño. Vio que era grande, que no era posible sumergirlo en una fuente tan pequeña. Tenía que haber salpicado el agua sobre su cabeza, pero aun así decidió hacerlo a su manera", relató la madre de la vícitma. 

Necheporenko, por su parte, indicó que no hizo nada peligroso ni extraño durante la ceremonia y dijo que la madre del bebé se alarmó sin motivo alguno.