Este domingo volvieron a circular algunas líneas del subterráneo y parte de los colectivos en la ciudad china de Shanghai, en el marco de una reapertura gradual luego de dos meses de aislamiento debido al mayor brote de coronavirus por el que pasó el país asiático. 

La ciudad más grande de China estuvo confinada casi por completo desde abril, cuando se convirtió en el epicentro del peor brote de la pandemia. 

Ante la suba de casos, la nación lleva adelante una política de cero covid, con cierres focalizados y pruebas masivas cuando se detecta un foco infeccioso. 

Con la caída en los contagios, Shanghai alivió sus restricciones: algunas fábricas reanudaron operaciones y se autorizó que pobladores en zonas de bajo riesgo salgan a la calle.

Según informó la agencia de noticias AFP, hoy, cuatro de las 20 líneas de subterráneo de la ciudad volvieron a circular, junto con 200 recorridos de colectivos. Para utilizar el transporte público es necesario una prueba negativa de Covid-19 tomada al menos 48 horas antes y tener "temperatura normal".

Por su parte, el distrito central de Jing'an volvió al confinamiento hoy y deberá enfrentar tres rondas consecutivas de pruebas masivas, donde sus residentes no podrán dejar sus casas.

De acuerdo a la Comisión Nacional de Salud, Shanghai, con 25 millones de habitantes, registró hoy más de 600 casos de coronavirus, 570 de ellos asintomáticos. 

Las restricciones continúan en otras ciudades chinas con casos de covid, incluyendo la capital Beijing, que prohibió comer afuera y obligó a millones de personas a trabajar desde su casa.